Queridos lectores víctimas de estas letras: les invito a participar en un evento divertido y de apoyo a la comunidad. Sí. Tenemos en México numerosos proyectos de servicio a los demás, de verdadera solidaridad, que ayudan a evitar que reduzcamos la delincuencia.
En estos tiempos donde nos hace falta solidaridad, tenemos obras que nos deben animar a seguir creyendo en lo bueno.
Numerosas obras educativas y sociales que tiene la iglesia católica han perdurado por décadas, gracias al tesón de muchas religiosas y religiosos, pero también a la generosidad de la comunidad, a esa actitud de ayuda a los demás, que llamamos filantropía.
En estas tierras leonesas inició la obra de los salesianos, de los fundados por San Juan Bosco, con la Parroquia de María Auxiliadora y siguió su trabajo rescatando a niños de la calle para educarlos en la Ciudad del Niño Don Bosco y así han sido cientos, seguro miles, los niños y los jóvenes que se han beneficiado de la obra salesiana y su sistema preventivo.
En 1960 la congregación salesiana recibe de la Diócesis, la “Ciudad del Niño” para atender a la niñez en desprotección. Para 1989 se consolida Valdocco Don Bosco y Patio Don Bosco, el primero a manera de internado y el segundo con trabajo de ayuda a los niños de la calle.
En 1999 se establece de manera formal el trabajo en red entre Patio Don Bosco, Valdocco Don Bosco y Ciudad del Niño Don Bosco y así nace lo que hoy conocemos como Proyecto Niños Don Bosco, y ya transcurridos casi 60 años, estas obras han atendido a aproximadamente 60 mil niños, adolescentes y jóvenes de toda la República.
Pero esta obra, al igual que muchas de la iglesia, no siempre cuenta con recursos financieros, ni con la estrategia digamos, de mercadotecnia-, para poder captar apoyos, aliados, simpatías y donativos, por eso, la formación de redes de bienhechores para poder asegurar la continuidad de la obra de Ciudad del Niño Don Bosco.
La ausencia también de sacerdotes y religiosas católicos hace cada vez más necesario que se acelere la formación de Consejos o Patronatos de ciudadanos y laicos para dar seguimiento a su labor.
Por lo anterior, los padres salesianos acudieron a gente cercana para fortalecer sus obras como cuando logramos la apertura del Bachillerato Tecnológico Don Bosco.
Hoy invito nuevamente a ex alumnos agradecidos, a empresarios generosos, a amas de casa solidarias, a universitarios inquietos, que simpaticen con la obra de San Juan Bosco, para que participen en esta red de ayuda que no consiste solamente en la aportación monetaria, sino también de ideas, contactos, iniciativas, redes, para poder fortalecer la obra salesiana aquí en la ciudad.
Les invito el próximo sábado 30 de noviembre de 4 de la tarde a 9 de la noche en la ex Hacienda Salesiana en Santa Rosa, a jugar lotería y a aportar así, a la obra salesiana.
La lotería es un juego divertido que se realiza para hacer convivencia y en el caso de las obras sociales, para recabar fondos.
Une a la comunidad y retoma tradiciones, símbolos, cantados, bromas, frijolitos, que nos identifican como mexicanos. En todo el País, todavía, se sigue jugando a la lotería.
Hay más proyectos para ayudar: darle uso social a la ex Hacienda Santa Rosa al vincularla con empresarios hoteleros; el dinamizarla con eventos como los que organizan los estudiantes de Gestión y Producción de Eventos de la Universidad Meridiano, en crear espacios culturales para aumentar el número de niños y jóvenes atendidos en Valdocco en Chapalita.
El objetivo de nuestra lotería es generar un evento de convivencia sana, en un ambiente festivo y de familia.
Será una lotería tradicional mexicana con 30 partidas en un montaje tipo banquete por donativo de 300 pesos.
No habrá bebidas alcohólicas y podrán participar a partir de 12 años de edad. Tendremos un número musical y un video institucional de la obra.
Es claro: sólo con obras solidarias es como reconstruiremos el tejido social dando oportunidades a las mayorías.
*Director de la Universidad Meridiano, AC