Durante la semana que terminó, este prestigiado periódico nos brindó algunos reportajes sobre la reacción de los ciudadanos de algunas colonias muy afectados por la creciente inseguridad; hartos de los robos en sus diversas variantes, estilos o técnicas; tales como a sus casas, comercios, vehículos o a ellos mismos como transeúntes.
Han experimentado la lejanía o indiferencia de las autoridades tanto municipales como estatales, ambas responsables en la prevención unas y en la investigación y persecución de los delincuentes otras, pese a las múltiples denuncias que se presentan.
Primero fue el desaliento e impotencia que se produce ante la falta de resultados, dando como consecuencia también la falta de denuncias ante el Ministerio Público aparte de la molestia de acudir hasta la carretera a Cuerámaro, después de la Central de Abastos, lo cual afecta en gran parte la estadística, pues las cifras falsas o engañosas nos arrojan datos de que el número de delitos cometidos no ha aumentado o, lo peor, que hasta han disminuido.
Pero la percepción de los habitantes es que la inseguridad se incrementa y la explicación ahora descansa en esa cifra negra, oculta, de más de 90% de delitos por robos cometidos que no se denuncian.
Si existiendo denuncias concretas, a veces hasta con videos del accionar de los delincuentes que se aportan a la autoridad, no se logran resultados positivos de investigación, menos aún sin denunciarlos.
Ese es el gran reto o desafío que enfrentan los integrantes de la Mesa Ciudadana de Seguridad y Justicia de León, que después de haber logrado en sus primeros años de funcionamiento la elaboración, aprobación y aceptación de un plan para mejorar la actuación de las fuerzas policiacas municipales, con una serie de programas y etapas a cumplir, se encuentran ante resistencias irracionales para dar cauce a dos de esas etapas cruciales para obtener mejores resultados.
Como lo son el que la Policía Preventiva pueda atender con cercanía al lugar del hecho delictivo, la denuncia del ciudadano afectado, sobre todo en estos delitos de alta incidencia como los robos y remitirla con posterioridad al Ministerio Público, alentando con ello esta buena práctica para conocer la realidad estadística en este rubro y diseñar acciones y estrategias, con bases y datos que pueden sintetizarse y sistematizarse.
Además, el que la Policía Preventiva auxilie en la investigación de esos delitos, solo bajo el mando y dirección de la Fiscalía, aprovechando su cercanía y conocimiento directo sobre las zonas urbanas afectadas. Claro que esas dos etapas están fundamentadas en la Constitución Federal y en el Código Nacional de Procedimientos Penales.
Pero volviendo a las acciones ciudadanas que mencioné al principio, con información del brillante reportero José Trinidad Méndez, en la junta que tuvieron los colonos de la León Moderno, ante los jefes policiacos, sólo denotaron desesperación y desorganización, pues si bien varios de los asistentes sólo expresaron sus experiencias personales sobre los diversos robos que ha sufrido y la protección de sus domicilios de diversas formas, no propusieron alguna medida en concreto o acción de su parte.
Sería recomendable para el señor Bernardo Cabeza de Vaca, presidente de los colonos, que se comunicara con los directivos de la Asociación de Colonos de la Andrade y aprovechara la experiencia de ellos específicamente con José Fuentes Villalobos, para saber cómo están organizados, cómo trabajan, qué equipos tienen, cómo están coordinados con la Policía Municipal, y que constaten de propia mano cómo se ha abatido la incidencia delictiva hasta un 60%.
Un gran avance en pocos meses, después de que en dicha demarcación ya eran imparables los robos a casas, cristalazos a los vehículos de día y de noche, asaltos a comercios, a oficinas de todo tipo, hasta de Notarias Públicas, negocios y escuelas.
Aún no están en el mejor de los mundos, pero poco a poco, siguen avanzando los ladrones, saben dónde están las mejores víctimas propiciatorias y dónde corren ellos menores riesgos, a veces con la colaboración de diferentes actores que les preparan el terreno hasta para burlar cercas eléctricas, mallas ciclónicas con púas, alarmas y cámaras de vigilancia, jugándose la vida ante el peligro, pues pueden ser descubiertos.
En nuestra oficina el viernes tuvimos la atención de la Unidad Móvil Especializada en Robos a Casa Habitación y agradecemos a la Lic. Lourdes Raya Pompa, con el equipo de peritos en criminalística y criminología, así como el apoyo de los Comandantes de Policía Preventiva que acudieron al llamado.
Con esa facilidad en el propio lugar del hecho delictivo, claro que se presentan las denuncias. Ojalá y estas acciones se amplíen.