Irapuato.- Los recortes en el presupuesto federales para el campo en 2020 resultarán catastróficos para los pequeños productores, por lo que es necesario que el Gobierno del Estado, los municipios y las organizaciones campesinas se unan para buscar soluciones, señaló el dirigente de la Confederación Nacional Campesina (CNC) en Guanajuato, Rafael García del Horno.
Creo que debemos hacer un frente común para seguir exigiendo los recursos que por ley ha conquistado el campo de México, creo que debemos seguir en ese papel, de seguir luchando y presionando”
El dirigente estatal destacó que de 2015 a 2020, se ha dado un recorte del 50% de recursos federales para este sector, lo que deja sin esperanzas a los campesinos guanajuatenses y del país, de acceder a apoyos en maquinaria e insumos.
Señaló que no exigen recursos para las organizaciones campesinas, sino para los productores directamente, quienes lo necesitan.
Es catastrófico para nosotros (…) le pega fuerte a todos los campesinos del país, con estas ocurrencias le están dando al traste a todo el sector productivo, porque no hay apoyos para maquinaria, no hay apoyos para semilla, para fertilizante que solamente lo están metiendo al Estado de Guerrero, y Guerrero no es México”
García del Horno dijo que si bien, en Guanajuato muchos productores agroalimentarios son fuertes y tienen capacidad de exportar, hay muchos otros campesinos que requieren del apoyo y acompañamiento de los programas federales.
Destacó que no avizoran que los campesinos se queden sin cosechar, sin embargo, si se prevé que tengan muchas dificultades para sembrar y comercializar sus productos, dejando de lado la competitividad pues no podrán acceder a nuevas tecnologías.
Es lamentable que lejos de seguir avanzando, creo que vamos retrocediendo, pero ahora a velocidades que no lo imaginábamos, es un retroceso muy rápido, muy fuerte, es lamentable que el Gobierno Federal no escuche”
Asimismo, dijo que los productores que representa la CNC no reciben apoyo del Gobierno del Estado, fuera del recurso de concurrencia donde la federación ponía el 80% y la entidad el 20% restante, rubro que quedó en ceros y deja en incertidumbre a los campesinos.