La Coordinadora de Fomento al Comercio Exterior (Cofoce), que dirige Luis Ernesto Rojas Ávila, compartió a la comunidad exportadora de Guanajuato un documento de 20 páginas con el título: Protocolo Modificatorio T-MEC.
En dicho texto aparecen puntos importantes a considerar en el apartado laboral, medioambiente, biotecnológicos y datos relacionados de acuerdos de sectores como el automotriz, calzado, textil, artesanías, construcción, agrícola, así como cambios en las reglas de origen que en las líneas siguientes consignaremos para entender más sobre el acuerdo del tratado comercial, y así más empresas consideren los cambios e inversiones que tendrán que realizar para adaptarse al nuevo tratado.
Se espera que en el primer semestre del 2020 entre en vigor el T-MEC. Entre los generales consignados en el documento se encuentra la eliminación del formato preestablecido del Certificado de Origen, ya que podrá efectuarse en cualquier documento comercial por el productor o el importador.
El T-MEC reconoce a las MiPyMEs como sujetos esenciales para fortalecer las cadenas globales de valor y al medioambiente sano como elemento integral del desarrollo sostenible. Asimismo reconoce la contribución que el comercio hace al desarrollo sostenible, además consigna que el tratado tendrá una vigencia de 16 años y una revisión cada seis años para sus adecuaciones.
Se incrementa el valor de los insumos no originarios de Minimis al 10%, mientras que con el NAFTA era de 7%, se aplicarán medidas para evitar el soborno y la corrupción relacionados con cualquier asunto cubierto por el T-MEC, tratado que incluye términos más sólidos sobre el comercio digital y electrónico.
En asuntos biotecnológicos se eliminó el plazo de protección de 10 años. Cada país definirá este plazo y en México se estará trabajando para legislar este aspecto.
En relación al medioambiente hay un nuevo mecanismo de verificación de aduanas para garantizar que solo se comercialice la flora y la fauna legalmente cosechadas y tomadas a través de México.
Letras pequeñas
En el apartado laboral existen puntos a considerar como el de los sindicatos estadounidenses que acusaban que el TLCAN había robado empleos del sector manufacturero debido a que la mano de obra mexicana es más barata.
También se hallan las garantías de que México cumplirá las normales laborales y admita la verificación de sus estándares laborales de bienes y servicios, además de que no aceptará la llegada de inspectores estadounidenses para verificar si las empresas nacionales realmente cumplen con la libertad sindical y la votación libre de líderes sindicales.
En detalles por sector, en el automotriz, se estima el Valor del Contenido Regional alcanzables en cuatro años y son de 66%, 69%, 72% y 75% (NAFTA 62.5%).
Se considerará originario si al menos el 70% del acero y aluminio proviene de América del Norte.
En el Valor del Contenido Laboral (VCL) habrá un incremento en cuatro años en rangos de 30, 33, 36, 40 de VCL en materiales y gastos de manufactura gastos de tecnología y gastos de ensamble como porcentaje del costo neto del vehículo. El salario de producción será de al menos 16 dólares por hora.
En el Trato de Nación Más Favorecida para vehículos que no cumplan con la Regla de Origen y la eliminación de la posible aplicación de la Sección 232 con el fin de garantizar la capacidad de exportación actual y futura del sector automotriz.
Acciones
En el sector calzado, proveeduría, artesanías y construcción se conservan las disposiciones del TLCAN.
El capítulo seis es exclusivo para textiles: Preserva Reglas de origen “hilo en adelante”, las cuales exigen que un bien textil debe ser manufacturado (cortado y ensamblado) en la Región de América del Norte, a partir de hilos originarios.
También incluye la conservación de los Niveles de Preferencia Arancelaria (NPA), se incluyen requisitos adicionales para que las prendas de vestir sean originarias. Se exige que el hilo de coser, la tela para bolsillos y los elásticos sean originarios.
Y prevé la realización de verificaciones más estrictas, vistas de manera sorpresiva para comprobar el cumplimiento no sólo de las reglas de origen, sino también de infracciones aduaneras para prevenir el fraude y la evasión de impuestos de este sector.
Para finalizar, en el sector agrícola se mantienen exentas las importaciones de productos agrícolas originarios, el acuerdo elimina cualquier posibilidad de adoptar en el futuro alguna restricción al comercio en el sector agropecuario.