León.- La comunidad de sordomudos de León, despide el año con Misa de Acción de Gracias en el Santuario de Guadalupe.

El diácono Jorge Claudio Ramírez Arena, presidió la ceremonia Litúrgica quien señaló que la soberbia y el egoísmo es la verdadera sordera en el ser humano.

“Otro síntoma de la sordera es privarse del amor del prójimo y de Dios; la bajo autoestima, el aislarse de los demás, y no abrir el lenguaje espiritual. La necedad es también una sordera”, señaló el diácono.

Cerca de medio centenar de sordomudos siguieron con gran devoción el desarrollo de la Misa de Acción de gracias, con el apoyo de los jóvenes intérpretes: Iván y su hermana Paola Guerrero Meza.

Toda la ceremonia Litúrgica dentro del marco de la celebración de la Sagrada Familia, donde se exhortó a los fieles católicos a aumentar su fe y devoción a través de la oración.

“La mayor incapacidad es no expresar lo que sentimos, el privarnos de amar, no es la sordera”, reiteró el sacerdote.

Acompañados de sus familiares y amigos, se dieron tiempo de entregar un reconocimiento al diácono, y hasta sacarse la foto del recuerdo.

Jorge Claudio Ramírez hizo un llamado a dejar a un lado el sentido de persecución que tienen algunas personas y aprovecharse de los errores de los demás para agredir.

“Hay que aprender a amar. El tiempo apremia y es necesario dejarse educar por nuestro Padre Dios“.

También hizo un llamado a no abandonar en estos tiempos en que las redes sociales y medios digitales ocupan un lugar predominante en las personas, a los adultos mayores, a las madres soleteras y sobre todo a los hijos.

Iván y su hermana Paola Guerrero Meza, interpretaron la Misa de Acción de Gracias. FOTO: José Trinidad Méndez

“La ausencia de los padres en el hogar es cada vez mayor. Hay que suplir esa ausencia con oración familiar. Al terminar este año es el momento de meditar y orar para iniciar una nueva etapa”, señaló el diácono.

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