Municipios del Corredor Industrial y principalmente Irapuato se convirtieron en un foco rojo de desaparición forzada en Guanajuato durante el 2019.
Las cifras oficiales y las denuncias ciudadanas son distintas por eso un grupo de familiares de desaparecidos creó el colectivo “A tu encuentro”.
Entrevistados por AM acusan que han sido ignorados por la Fiscalía General del Estado de Guanajuato, que no ha resuelto sus casos y tampoco parecer estar cerca de hacerlo. Por eso ahora piden ser escuchados por el gobernador de Guanajuato, Diego Sinhue Rodríguez Vallejo, para exponerse sus casos.
“Nosotros no vivimos Navidad, ni Año Nuevo”
Alfredo Rayas y cuatro personas más desaparecieron el 21 de octubre del 2018 en Celaya, tras acudir a un palenque de gallos.
El establecimiento se ubica en la comunidad de San José de Guanajuato, casi en la frontera con Villagrán. Lo último que se supo de ellos es que salieron de ahí en dos vehículos. No se ha vuelto a saber de ellos.
Las personas que acompañaban a Alfredo eran: Moisés Valadez, Marisela Rodríguez, Diana López y Monserrat Fraustro.
La familia de Alfredo acudió a la delegación de la Fiscalía del Estado en Irapuato a levantar la denuncia. Aunque se les informó que se necesitaba que los familiares de los cinco presentaran su denuncia para abrir la carpeta. Por eso las investigaciones iniciaron una semana después del hecho.
Después de dos meses de haber iniciado el proceso, la Fiscalía Regional de Irapuato se declaró incompetente para seguir el caso y les informó que la carpeta iba a ser trasladada a Celaya, porque ahí había ocurrido el evento.
La familia se entrevistó con representantes de la Fiscalía en Celaya y les comentaron que sería muy complicado localizar a sus seres queridos debido a que ya habían pasado varios meses desde su desaparición.
Después de esta reunión no volvieron a tener novedades del caso. Un familiar de Alfredo señaló que desde su desaparición “No vivimos Navidad, ni Año Nuevo. Todos los días son de sufrimiento, porque no sabemos nada”.
“Desconozco porqué se lo pudieron haber llevado”
El 29 de mayo del 2019 hombres a bordo de una camioneta negra llegaron al fraccionamiento El Naranjal, en Irapuato, y se llevaron contra su voluntad a Gilberto Rivera Galván, que laboraba como guardia de seguridad del sitio.
Sus allegados comentan que era una persona muy alegre que contagiaba con su buen humor a los demás y no tenía problemas con otras personas.
En los alrededores del fraccionamiento anteriormente se habían registrado varios casos de personas privadas ilegalmente de su libertad. Esto no preocupaba a Gilberto, que decía que él no se había metido con nadie y no andaba en “malos pasos”, por lo cual no tenía de qué esconderse.
“A su hija le mandan una información de que lo levantaron, que se lo llevaron. Entonces de inmediato varios de sus familiares llegan al fraccionamiento ven su bicicleta y no a él y se espantan.
“La denuncia se puso de inmediato porque al parecer se lo llevó una camioneta negra con varias personas. Desconozco porqué se lo pudieron haber llevado, porque en el tiempo de conocerlo nunca le conocí que tuviera algún problema”, dijo un familiar de Gilberto.
Aunque encuentre el puro polvo”
Era el 18 de marzo del presente año, alrededor de las 14:30 horas, a la casa de Édgar Joel Rodríguez Galván llegó un conocido le dijo a su familia “no me tardo” y salió de su casa.
Todo parecía normal. Pero desde ese momento nadie lo ha vuelto a ver.
Édgar Joel es casado y tiene tres hijos que lo esperan en casa. Tras nueve meses de una búsqueda sin descanso, sus seres queridos han perdido la confianza en las autoridades. Ellos imploran que se acabe la incertidumbre, aunque sea en “polvo”, pero que les entreguen a Édgar.
Les dije que sí estaba en malas cosas me lo dijeran, les pedí que si ya estaba muerto me lo aventaran, pero que yo no quería vivir en esta incertidumbre. Le pedí que si había hecho algo malo que yo no sabía no importa pero que me lo dejen como sea.
Ya son nueve meses y les puedo decir que no hay ningún día en el que no le derrame una lágrima”, dijo uno de los familiares de Édgar.
El único indicio que tienen es de ese compañero que lo recogió en su casa, el mismo que llevaba 15 días intentando convencerlo de dejar Irapuato.
Según los testimonios de los seres queridos de Édgar ese hombre está relacionado con su desaparición y meses más tarde estuvo en prisión preventiva por agredir a balazos a una persona.
Aseguran que las autoridades han hecho caso omiso de las evidencias que presentan los familiares y amigos.
Se llevan a mamá, papá, y un hijo
El 11 de septiembre de 2019, Juana Cristina Barajas, su esposo José de Jesús Zavala Ramírez y su hijo Leonardo Zavala Barajas, fueron levantados por sujetos desconocidos. Desde ese entonces no se sabe nada de esta familia.
Los familiares de los hoy desaparecidos se enteraron hasta el 16 de septiembre. En primera instancia se les dijo que los tres habían sido asesinados, pero al llegar al domicilio los vecinos les informaron que un grupo de sujetos se los habían llevado.
La denuncia se presentó en la Fiscalía General del Estado de Guanajuato. Aunque no hay avance en la investigación, ni algún indicio que les dé tranquilidad a los seres queridos.
Familiares comentan que la desesperación por encontrarlos ha crecido tanto, que incluso el 6 de diciembre que se detectó una fosa clandestina en Irapuato, ellos indagaron si alguno de los 16 cadáveres que se encontraron correspondía a alguno de los tres desaparecidos. No fue así.
“Digan dónde los dejaron”
El 1 de junio de 2019 un comando armado se llevó de su casa a Juan Rodríguez Calcanas y al menor Kevin Damián Martínez Barrón.
A eso de la una de la madrugada sujetos armados llegaron y se llevaron por la fuerza a los dos. Los sacaron descalzos, los hincaron en el pavimento y los obligaron a subir a un vehículo.
Para asegurarse que ningún vecino los auxiliara, los sujetos apuntaban a las puertas de cada casa de la zona.
Kevin tenía 17 años, habría cumplido la mayoría de edad estando en cautiverio. Estudiaba preparatoria, tenía grandes “sueños y esperanzas” que le fueron arrebatados, dicen sus familiares.
Juan, de 36 años, era pareja de la mamá de Kevin. Aseguran que no se metía en problemas.
Kevin era una persona sana que estudiaba y tenía buena educación. Juan tampoco tenía situación que lo relacione a un delito. Les pido a los que se los llevaron que si ya no los tienen en vida nos digan dónde los dejaron, yo creía en la justicia en México, pero desafortunadamente no existe y las autoridades no hacen nada”, comentó un familiar.
Tras ser raptados les solicitaron un millón de pesos por su libertad. Los allegados pagaron en dos partes, la primera el 11 de junio y la segunda el 26 del mismo mes. Kevin y Juan no volvieron a ser vistos.
Aseguran que los individuos que se llevaron a Kevin y Juan han sido ubicados, incluso se han enviado pruebas contundentes a la Fiscalía General del Estado, que tiene “inmovilizada” la investigación.
‘Salió en su moto y ya no supimos nada’
Francisco Javier Resendiz Salas fue visto por última vez el 4 de marzo de 2019. Salió a pasear en su motocicleta como cualquier otro día, pero jamás regreso a su casa.
Sus familiares emitieron la denuncia por la desaparición de Francisco. La motocicleta fue reportada como robada, y días después la localizaron. El sujeto que la conducía justificó que la había comprado, y eso bastó para librarse de las autoridades, según los testimonios compartidos por sus familiares.
Él salió en su moto y ya no supimos nada, puse mi denuncia y la moto la reporté como robada. Entonces aparece que una persona tiene la moto, lo detienen y me dice el Ministerio Público que esa persona compró la moto a otra y que ellos iban a buscar a la otra persona, pero ya no me dijeron nada”.
Desde entonces sus familiares y amigos han hecho vistas constantes a la Fiscalía para conocer los avances de la investigación, pero a la fecha no se tienen nuevos datos sobre su paradero.
Buscan a Adrián en el Semefo
Adrián Alejandro Guerrero Corona fue raptado el 5 de octubre del 2019. Alrededor de las cinco de la mañana un grupo armado lo sacó de su casa. Testigos afirman que los sujetos iban vestidos de negro y se hicieron pasar por policías ministeriales.
Los individuos señalaban que tenían una orden de aprehensión que cumplimentar contra Adrián Alejandro. Logran entrar a la casa, amagaron con armas a la víctima y a su familia para finalmente.
El único indicio que tienen los familiares y amigos es que un día antes en la misma colonia otra persona fue privada de su libertad igual que Adrián. Dicen que no se le ha dado el seguimiento suficiente al caso e incluso aseguran que autoridades les han recomendado resignarse a que lo más probables es que Adrián haya sido asesinado.
Hemos ido al Semefo seguido y hasta el momento no hemos encontrado coincidencias de Adrián con los cuerpos que llegan. Entonces esa es una esperanza de que sigue vivo.
No hay avance, incluso la representante de la Fiscalía en Irapuato nos ha dicho que no hay nada que hacer, que hay que esperar las pruebas genéticas, o sea dándonos a entender que ya está muerto”, dijo un amigo de Adrián.
Todos los días pregunta por su papi
El 3 de diciembre de este año hombres armados se hicieron pasar por policías federales y entraron por la fuerza al domicilio de Juan Carlos Medina Serrano.
Apuntándole con armas de fuego lo obligaron a subir a un vehículo y se lo llevaron.
Juan Carlos se dedicaba a vender elotes en Irapuato para mantener a sus tres hijos. Desde ese día nadie lo volvió a ver.
Los amigos de Juan Carlos explican que su hijo menor, de apenas nueve años, piensa que su padre está encarcelado y todos los días pregunta “si su papi ya va a salir”.
“Se metieron a su casa alrededor de la una de la mañana, fueron hombres armados que decían que eran policías federales. Aventaron el barandal y abrieron la puerta, no les dieron chance de abrirles, agarraron a Juan Carlos y lo tiraron el suelo, les decían a los niños que se taparan”, dijo un compañero del desaparecido.
Llevamos pruebas y no hicieron nada”
El 27 de agosto del 2019, Moisés Rodríguez Razo fue visto por última vez. Tomó una bicicleta y salió de su casa en Irapuato para repartir un platillo de comida del negocio de sus padres y no volvió.
La bicicleta que uso Moisés era de un amigo conocido como “El Negro”, el cual supuestamente sería la última persona en haberlo visto.
Familiares y amigos relataron que había un hombre que estuvo buscando a Moisés días antes de su desaparición, al cual identificaron y le notificaron a la Fiscalía General del Estado de Guanajuato para ver si podía aportar algún dato a la investigación. Aseguran que fueron ignorados.
Nos decían en la Fiscalía que si teníamos algo de información que comentarles que nos pusiéramos a buscar nosotros por nuestra parte y les dije que ese es el trabajo de ellos, porque les llevamos pruebas y no hicieron nada. Ellos sólo respondieron que no podían encerrar a la gente solo porque sí”, dijo uno de los allegados al caso.
Raptan en su casa a Gabriela
Gabriela Joana Ríos, de 17 años, fue raptada de su casa el 27 de mayo del 2019, en Irapuato, por hombres armados que iban en dos vehículos.
La menor se desvaneció luego de que le aplicaron un paño en la boca y nariz.
El evento sucedió alrededor de las 4 de la tarde cerca del fraccionamiento El Naranjal. A punta de pistola amagaron y sometieron a todos en la vivienda, para llevarse a Gabriela.
Días antes, uno de los vecinos también había sido “levantado” de la misma forma. No hay noticias de ninguno.
La familia está preocupada por Gabriela. Claman justicia, respuestas, y acusan un nulo interés de la Fiscalía de Guanajuato para investigar, por eso piden que el gobernador Diego Sinhue Rodríguez Vallejo, los escuche.
Que nos atienda y pedir que nos hagan caso porque en todos lados nada más nos dicen que están trabajando, pero nunca vemos avances, nosotros nada más queremos que el Gobernado nos escuche”.
Amenazan a familiares
El 16 de agosto de 2019 Mauricio Jiménez Vega y cinco jóvenes más que estaban en un baldío en Irapuato fueron “levantados”.
Supuestamente tres fueron ejecutados.
Mauricio se dedicaba a producir figuras de yeso que vendía casa por casa. Tenía varias noches durmiendo en el baldío de donde fue raptado, debido a que pasaba un mal momento con su familia.
Sus familiares y seres queridos han recibido constantes amenazas, por eso temen seguir insistiendo en su búsqueda, incluso una tarde la hermana menor de Mauricio recibió una llamada en donde se le pedía que confirmara su identidad.
Hicieron una llamada a su hermana de Mauricio, y le pusieron a Mauricio al teléfono. Le pedía que se identificara y corroborara que eran familiares para que lo dejaran libre. Ella se quedó congelada y colgó la llamada porque la empezaron a amenazar”.
Según los testimonios de sus seres queridos, los tres cadáveres que fueron localizados el 22 de noviembre en el puente Aldama, eran de individuos que fueron levantados junto con Mauricio.