Sin control
Las importaciones, principalmente de procedencia asiática siguen aumentando su presencia en México.
Textil y plástico son el tipo de zapato que más comercializan los importadores de China y Vietnam en nuestro País, el costo con el que entra esta mercancía es irrisorio; imposible de igualar por el producto nacional.
Una situación que debe hacerles reflexionar para identificar que es el momento para cambiar su apuesta de producto, por el de un zapato que no tendrá un mercado tan amplio, pero llegará a un nicho de mercado que le ofrecerá un valor más competitivo a cambio de recibir un zapato diferenciado.
En León y los Pueblos del Rincón ha surgido una ola de jóvenes que ha decidido por cuestión familiar, por tradición o por gusto personal, emprender en el sector calzado, pese a tener clara las complicaciones que vive en la actualidad.
Sin embargo lo han hecho como una propuesta retadora, de demostrar que sí ofrecen un producto diferenciado, tienen mayores oportunidad de ganarse un lugar en el consumidor nacional y del extranjero.
Hay casos que han apostado por hacer alianzas con personajes famosos para convertirlos en sus embajadores de marca, a realizar zapatos alusivos a temáticas del momento, otros más a ofrecer diseños reciclados, presentar la personalización del producto, hacer un trabajo artesanal o entregarlo cual si fuera una pizza en la puerta de tu casa.
Propuesta
En el Plan de Transformación de la Industria del Calzado y la Marroquinería son ya 10 reuniones las que han realizado entre la iniciativa privada, la gente del despacho alemán Roland Berger y autoridades de Economía en León.
En la más reciente reunión se habló de temas importantes que deberán darles seguimiento y aplicarlos en el sector.
Uno de ellos es que la industria está muy dispersa, por un lado están las grandes marcas que son ejemplo en México, y algunas con importante presencia en el extranjero y del otro lado del campo aquellas que generan empleo a cinco personas en una micro empresa, también conocida como “picas” de calzado.
Entonces uno de los planes es diseñar e implementar un código de ética que priorice la colaboración entre fabricantes, proveedores y comercializadores sin importar el tamaño, y por el contrario que tengan un acercamiento para hacer alianzas que les permitan decir si a proyectos a los que hoy tienen que hacerse a un lado, por no tener la calidad o capacidad suficiente de producción para atenderlos.
Para que esto suceda, es necesario que los industriales tengan la apertura de trabajar en equipo, pero no es lo único que deberá suceder.
Será necesario que aquellas micro y pequeñas empresas interesadas en subirse al tren de las oportunidades se profesionalicen, se capaciten y se propongan hacer un zapato competitivo.
Sin ladrillos
Un tema más que han hablado en estas reuniones es la importancia de trabajar en la digitalización de sus ventas.
Actualmente en México, de acuerdo a la Asociación Mexicana de Ventas Online únicamente un 2% de las ventas totales suceden por internet, la expectativa es que será en 3 años más de 5 veces mayor y la próxima década el porcentaje llegaría a ser de 10 veces más.
Por esta razón, no nos extrañe que en los trabajos que viene realizando la CICEG surja la idea de crear una plataforma de calzado mexicano en línea. En caso de poner la propuesta en la mesa sería una interesante, hoy son varias las marcas leonesas que venden sus productos en las principales plataformas de internet, sin embargo imagine usted que exista una venta en línea exclusiva de calzado hecho en México, que por apartado pueda uno encontrar las diferentes propuestas de calidad que se manufacturan en el País.
Un canal en el que aquellas pequeñas marcas que tienen un producto diferenciado podrían tener un escaparate mayor para vender sus productos, y el costo de inversión al ser grupal sería menor al que hoy deben de considerar de forma personal cada una de estas pequeñas, pero atractivas marcas.