La salud es fundamental para lograr el bienestar de una población. Sin embargo, existen múltiples barreras que impiden acercarse a ella, como son el acceso limitado a profesionales de la salud, a instalaciones y tecnología médica y a insumos médicos de calidad.

Los medicamentos son una parte esencial y crítica de la prestación de servicios sanitarios, ya sea en la prevención o atención de enfermedades y el aseguramiento de la calidad de los mismos es fundamental. Este “Aseguramiento de la Calidad” integra una serie de procesos que van desde la investigación y desarrollo, hasta la producción en masa, controles de calidad, almacén, conservación, transporte, distribución, comercialización, información de prescripción, mecanismos de fármaco – vigilancia-, entre otros.

De manera general, debe garantizarse que los medicamentos que reciben los pacientes son seguros y eficaces para lograr el propósito de su diseño en un contexto clínico particular, además de cumplir con los parámetros establecidos y exigidos por los organismos reguladores de la industria farmacéutica, en los distintos niveles internacionales, regionales y nacionales. Es importante reconocer que sí existen medicamentos circulantes de calidad deficiente, se perjudica al sistema de salud, con la consiguiente ausencia de efecto terapéutico y el aumento de reacciones indeseadas y adversas.

De ello se desprende que debe existir una política pública en salud, orientada a coordinar esfuerzos para garantizar la calidad de los medicamentos, que involucre a los responsables de la autorización para la comercialización de estos productos, a los organismos reguladores farmacéuticos, a los inspectores y verificadores del cumplimiento de normativas en materia farmacéutica, a los encargados de las adquisiciones, a los encargados de la distribución y a los propios prescriptores.

El desarrollar un sistema de gestión farmacéutico eficiente, es el único mecanismo que ayuda a asegurar la disponibilidad de medicamentos de calidad, con una administración óptima de los recursos. 

Este sistema, si bien no puede ni debe ignorar procesos de eficiencia y transparencia con asignación clara de funciones y responsabilidades de adquisición, garantizando la no influencia externa para la selección de proveedores y adjudicación de licitaciones, tampoco puede obviar ni olvidar una selección cuidadosa de medicamentos y debe orientar sus esfuerzos de selección a la seguridad y eficacia, basándose en datos epidemiológicos, terapéuticas actualizadas, formas farmacéuticas y preparaciones óptimas. 

Al final, debe apostarse por adquirir solamente productos con registro sanitario, acordes a las disposiciones legales vigentes, de proveedores confiables, autorizados y que provengan de fabricantes que demuestren prácticas industriales adecuadas, que se tengan todos los certificados pertinentes y se cuente con análisis de bioseguridad, calidad y pureza, estabilidad, bioequivalencia, biodisponibilidad, entre otros.

Si bien se presentan situaciones de atención urgentes, esta cadena de aseguramiento de la calidad debe mantenerse, pues la incertidumbre en la seguridad farmacológica puede traducirse en un aumento de efectos secundarios potenciales, reacciones adversas, hospitalizaciones o readmisiones hospitalarias, aumento de estancias, discapacidades o incapacidades permanentes significativas e incluso situaciones de mucha mayor gravedad, potencialmente mortales.

En los temas de salud, hay que entender que la calidad es un concepto absoluto, que se logra únicamente con apego a normas y procedimientos y la ejecución de los mismas con rigor. Si bien hay momentos en los que actuar con rapidez apremia, no se debe caer en la premura insensata.

Dr. Juan Manuel Cisneros Carrasco, Médico Patólogo Clínico, egresado de la Universidad de Guanajuato para la licenciatura en Medicina y Especialidad en el Centro Médico Nacional “La Raza” del IMSS por la Universidad Nacional Autónoma de México. 

Especialista en Medicina de Laboratorio y Medicina Transfusional, profesor de especialidad y promotor de la donación altruista de sangre.

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