En las pasadas tres columnas y para hablar de algo bueno en esta avalancha de malas noticias, me referí a la FUNDACIÓN FULBRIGHT-GARCÍA ROBLES que tanto bien hace a los pueblos de las dos naciones. Hice una semblanza de los personajes en cuyo honor se le nombró y relaté los logros de dos jóvenes mexicanas becarias y de su relación con Celaya. En ésta última entrega hablaré de la experiencia de otra becaria, una joven norteamericana que vivió durante doce meses en Celaya dando clases de inglés  y escribiendo un libro sobre la migración entrevistando a cientos de personas migrantes.

Kelsey Freeman ya había tenido contacto con las comunidades indígenas de Chiapas y concretamente con los grupos Zapatistas, pero decidió seguir investigando el fenómeno de la migración de Centro- América y México por lo que solicitó la beca mencionada arriba y decidió instalarse en Celaya para conocer algunos de los centros que acogen a los migrantes y escribir  sus experiencias en un gran texto: “Sin opción más que el norte”.

El subtítulo es: El mundo migrante y su peligroso paso a través de la frontera, consta de 272 páginas, fotos de su hermana Tess Freeman, editado por IG de Nueva York, dividido en cinco partes y doce capítulos así como introducción, epílogo, agradecimientos y notas en la primera parte llamada: Por necesidad hay tres capítulos: Divididos por la ley, la violencia y Mis hijos comen y visten, en la segunda parte llamada: El privilegio de cruzar la frontera legalmente incluye dos capítulos: Raza, Clase y Nacionalidad importan, y Las complicaciones del asilo.

La tercera parte: Veinte mil leguas bajo el mar migrante contiene cuatro capítulos: La bestia, Polleros y otros delincuentes, la nueva industria del Cártel, el secuestro, y Los centroamericanos y la migra mexicana. La cuarta parte: Porque el poder importa consta de dos secciones: Género, blancura y privilegio, y Crónica de días postelectorales en México, y la quinta parte llamada: Dejando el refugio y volviendo a casa solo tiene un apartado: La delincuencia adentro. Al epílogo lo nombró: Corrupción en todas las esquinas me vuelvo a las historias.

Al principio de la introducción escribe Freeman: Al final, no hay palabras para describir al hombre mayor llorando frente a mí. Sus lagrimas encarnan la angustia que se les impone a todos los que migran al norte en una decisión que al final no lo es en sí. Al pensar en la mejor forma para describir el complejo mundo de la migración, un violento camino de la frontera sur de México a los Estados Unidos sea simplemente una imagen y la mejor es la de las lagrimas.

Menciona que la migración es una necesidad para huir de la pobreza o la violencia, para reunirse con familiares que se anticiparon o simplemente para subsistir. Analiza los prejuicios que sufren los migrantes y como se puede hacer si se tiene un color de piel y un estatus económico pero no lo contrario. Concluye con el texto enviado por un migrante que relata como acaba de salir de una cárcel migratoria donde paso detenido un año. Es un libro estrujante, pero muy realista con testimonios muy valiosos, lo recomiendo mucho.

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