Sucede con mucha frecuencia que en la pareja los problemas se vuelven reiterativos, es decir, cuando hay un conflicto, después de platicarlo y aclararlo, uno pensaría que todo está resuelto& ¡Y no es así!
Pasado un tiempo surge nuevamente el mismo problema o uno muy similar, ¿por qué?; la respuesta rápida, es que la mayoría de los conflictos en la pareja y en general entre las personas, tienen su origen en nosotros y nuestra molestia porque no sucede lo que queremos o esperamos, ya que no entendemos ni aceptamos que la otra persona es un ser libre que tiene el derecho de hacer con su vida lo que quiera. Así, cada vez que la pareja hace algo que no nos gusta, hay conflicto y el ciclo se repite indefinidamente& porque siempre seremos quienes somos& ¡Y hay más!, pues encontraremos que muchas personas tienen una agenda oculta, que de hecho es una expectativa que cuando no se cumple genera inconformidad. La agenda oculta, normalmente está relacionada con las etiquetas y roles establecidos por la cultura y sociedad respecto a “cómo debemos” de comportarnos y cuáles “deben” ser nuestros compromisos, obligaciones y formas de actuación en función a la “etapa” que estemos viviendo o a la “etiqueta” que nos hayamos puesto, ya sea la de “novios”, “esposos”, “amantes”, “padres”, “hijos” o cualquier otra. ¡Sí!, todo está entre comillas porque es ingenuo, por no usar una palabra más fuerte, esperar que las personas se comporten de una manera construida culturalmente que no les es natural.
Usemos el cliché de la soltería como ejemplo: cuando nos conocemos en el noviazgo, las vidas de cada uno son independientes, las personas se ven cuando quieren y la motivación es reunirse para pasarla bien juntos, sumado a la novedad y el entusiasmo de conocer y convivir con otra persona. La relación, siendo novios, parece un cuento de hadas, los conflictos y las diferencias son menores. Pero cuando la novia se “convierte en esposa” o el novio “en esposo”, la agenda oculta aparece. Para hacerlo sencillo, sólo diremos que ahora esperamos que la “novia(o)” se comporte como “esposa(o)”, lo que implica una serie de roles y actitudes que, además, ni siquiera están definidos en un manual, solo son expectativas conductuales que damos por sentado que nuestra pareja conoce, entiende, asume y acepta vivir, la mayoría de las veces renunciando a sí misma, forzando a que cada quien deje de ser quien es. Lo mismo aplica para cualquier tipo de relación, ya sean los “amigos” que cambiaron y se volvieron “novios” o los esposos que se divorcian y que esperan del ex, un comportamiento de acuerdo con sus expectativas.
Mientras no seamos totalmente transparentes respecto a nuestras intenciones y expectativas, significa que algo estamos ocultando, que no estamos siendo claros en la agenda de la relación, lo que generará conflicto; después de todo, si usted no comparte su agenda oculta (sus expectativas), su pareja ni sabe, ni entiende y mucho menos la va a cumplir. Evitar el conflicto es tan simple como ser claros y darle la oportunidad a la pareja que decida si quiere participar o no de nuestros planes y funcionar de acuerdo a nuestras expectativas. Si no hacemos esto, estaremos cayendo en engaños, frustraciones y mentiras que siempre nos conducen a un final desastroso, a una vida coartada o a una existencia llena da infelicidad; lo mismo si aceptamos o aceptan algo que no les es natural. Sobra decir que manipular para lograr que la otra persona haga lo que yo quiera no es amar, y es sensato comprender que cuando alguien es manipulado, eventualmente se dará cuenta y las cosas tampoco terminarán bien. Si me doy cuenta que estoy manipulando, debo corregir y dejar de hacerlo porque es obvio que no la estoy pasando bien y estoy forzando las cosas, y, si por tu mente cruza la idea de que a lo mejor no funcionó el plan o la manipulación con esta persona, pero lo intentarás con otra, tu vida estará sentenciada a la miseria.
Para finalizar, habrá quien diga que ambos están conformes en vivir con las etiquetas puestas y cumpliendo con las agendas, roles y conductas sociales y culturales aceptadas (de hecho, así los hicieron nuestros abuelos y bisabuelos, sin ser felices), solo recuerda, si hubieras nacido en otro lugar y en otra época desearías algo distinto, por lo que vivir así no es auténtico ni corresponde con la esencia de nuestra naturaleza humana& Así de sencillo.
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Un saludo, una reflexión.
Escritores y soñadores