Se dice que cuando “El pueblo”, dirigido por los sumos sacerdotes, escoge la liberación de Barrabás y la crucifixión de Jesús, Poncio Pilatos simbólicamente “se lavó las manos” para indicar que no quería ser parte de la decisión tomada por la muchedumbre.

Hoy día y no simbólicamente, debiésemos “Lavarnos las Manos” con mayor frecuencia, con agua y jabón o en su defecto, utilizar gel con alcohol superior al 65% para disminuir el riesgo de contagiarnos de enfermedades como el Covid-19 y la Influenza.

Les platico buenas noticias estimados lectores, el pasado miércoles el Director General de la Organización Mundial de la Salud (1) (OMS) hizo la Declaración Oficial de que la propagación mundial de la enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19) es una PANDEMIA.

Dijo que a lo largo de las dos últimas semanas, el número de casos de COVID-19 fuera de China se había multiplicado por trece; el número de países afectados se había triplicado; había más de 118 mil casos en 114 países; cuatro mil 291 personas habían perdido la vida y miles de personas más estaban luchando por sus vidas en los hospitales.

Predijo que en los días y semanas por venir se espera que el número de casos, de víctimas mortales y de países afectados aumenten aún más, manifestándose profundamente preocupado tanto por los alarmantes niveles de propagación y gravedad, como por los alarmantes niveles de inacción.

En la revista Lancet publicó en línea (2) la opinión de Manfred S. Green que la declaración de la OMS de la Pandemia, contribuirá en gran medida a aclarar la confusión en la terminología en la literatura profesional y la utilizada por los medios de comunicación y apropiada por la población.

Pandemia (3) (del griego “reunión del pueblo”) en la lengua española se aplica en medicina como enfermedad epidémica que se extiende a muchos países o que ataca a casi todos los individuos de una localidad o región.

Si es clara la definición, ¿por qué hubo renuencia a llamar al brote de COVID-19 una pandemia? ¿Para no alarmar o para dar tiempo a prepararse e informar? ¿Hubiera cambiado el curso de propagación observado?

Las buenas noticias son que los recursos para controlar una pandemia son diferentes, sustancialmente mayores y, en general, mucho más amplios que para un brote o epidemia localizados.

Además, exclusivo de las Pandemias, se incluye una considerable coordinación y colaboración internacional para proporcionar ayuda a los países afectados, reclutar los recursos necesarios para promover la investigación sobre medicamentos y vacunas y desarrollar una comunicación compleja de riesgos.

El llamarla Pandemia también proporciona a la comunidad internacional de la salud un término común para obtener la cooperación del público en general y transmitir el sentido de urgencia necesario a los responsables de la toma de decisiones.

Esto debería estimular la rápida introducción de medidas preventivas como el distanciamiento social para reducir el ritmo de la propagación, proporcionar un tiempo valioso para mejorar los servicios médicos y preparar a la comunidad.

Reclutar la cooperación pública es mucho más factible cuando la sociedad en general y los servicios de salud en particular aún no están bajo una presión considerable, y hay tiempo para explicaciones apropiadas al público sobre cómo se controlará la pandemia.

La “Pandemia de Información sobre el COVID-19” ha hecho que se provoque temor y el sentimiento de peligro inminente en nuestro país, esto a juzgar por la cantidad de información y desinformación que me ha llegado y leído.

Ahora si “No nos lavemos las manos” de la parte de responsabilidad que nos toca como ciudadanos y busquemos evidencias científicas algunas y de sentido común otras, que nos permitan tomar decisiones en lo individual, familiar y social.

Las buenas noticias son que a muy pocos días de haber iniciado esta NUEVA amenaza, ya conocemos al enemigo -el coronavirus del grupo 2B -ahora COVID-19, su composición genética se supo con precisión a los ¡10 días! Sabemos cómo detectarlo desde el 13 de enero, en Guanajuato ya lo hace el Laboratorio Estatal de Salud Pública del Gobierno del estado.

Sabemos cómo se transmite y cómo se comporta en las personas que son infectadas por el COVID-19. Usted puede ver, por primera vez en la historia, la evolución de la pandemia en tiempo real: cuántos casos y su evolución clínica: 81 a 86% como enfermedad leve; 14-16% presentan neumonía y del 2 al 5% pueden fallecer, primordialmente las personas con capacidad funcional disminuida (adultos mayores o con enfermedades crónico degenerativas).

También sabemos que la gente se cura; que no afecta a menores de edad -menos del 3% de los casos en menores de 20 años-. El virus se inactiva fácilmente de las superficies en solo un minuto y por último, ya hay medicamentos que empiezan a ser eficaces y prototipos de vacunas.

Ayer el Congreso acordamos por unanimidad solicitar al Consejo de Salubridad General, a la Secretaría de Salud y a los integrantes del Sistema Nacional de Salud ponerse más las pilas para minimizar los riesgos si los casos ahora aislados y contenidos se extendieran en las próximas semanas (4).

Lávense las manos y hagan las demás medidas de prevención multidifundidas. Estemos atentos a las indicaciones de la Secretaría de Salud (5) y por favor, que la información no vaya a causar más daño que el COVID-19.

(1) https://www.who.int/es/dg/speeches/detail/who-director-general-s-opening-remarks-at-the-media-

briefing-on-covid-19-11-march-2020

(2) https://doi.org/10.1016/S0140-6736(20)30630-9

(3) https://dle.rae.es/?w=pandemia

(4) http://gaceta.diputados.gob.mx/PDF/64/2020/mar/20200312-IX.pdf

(5) www.coronavirus.guanajuato.gob.mx

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