León.- El antiguo Hospital General de Léon está convertido en el cuartel de la lucha que libra Guanajuato contra la pandemia de coronavirus que ha desquiciado al mundo.
Vallas y agentes de tránsito impiden el paso a quienes no tienen qué hacer en lo que ahora es el Hospital Estatal de Atención Covid-19.
En el interior, enérgicas medidas de seguridad sanitaria protegen el trabajo de una decena de especialistas encargados de tomar las muestras de quienes pudieran ser portadores de la enfermedad.
AM tuvo ayer oportunidad de ver la forma en que opera el riguroso proceso.
El estricto protocolo que sigue cada prueba
Quienes acceden a la sala en que se realizan los procedimientos tienen que ponerse gorro quirúrgico, cubrebocas especial, guantes, bata, cubrebotas, goggles y una mascarilla protectora de acrílico.
Nada se deja al azar. Los que libran esta lucha en la primera línea del frente están estrechamente protegidos.
A los pacientes solamente se les atiende si llegan con cita y son conducidos a alguno de los cuatro consultorios en que se toman las muestras.
Se busca que tengan el menor contacto posible con objetos, para evitar la eventual propagación del virus.
Dos personas los atienden, de la manera más ágil posible.
Con un hisopo un médico toma una muestra de la boca y con otro, de la nariz. Ambas se introducen en un tubo, que va a una caja térmica, los resultados tardan 24 horas.
Al terminar, los médicos siguen otro estricto protocolo para quitarse todo su equipo.
MCMH