Celaya.- Debido a la pandemia mundial, este año la Semana Mayor se vivirá de una forma especial, sin embargo no menos significativa, pues es la oportunidad de experimentar la Iglesia en casa, a semejanza de la primeras comunidades cristianas, señala el padre Dante Gabriel Jiménez Muñoz Ledo, quien comparte con nuestros lectores algunas recomendaciones para celebrar la Palabra de Dios en los Días Santos.
El confinamiento durante la pandemia Covid-19 nos da la oportunidad de volver sobre nosotros mismos. Volver al hogar de una forma más plena o consciente, y desde ahí a experimentar la Iglesia en nuestra casa, a semejanza de las primeras comunidades cristianas”
Es probable que nunca antes el jefe o la jefa de familia hayan presidido a los hijos y nietos en una oración comunitaria. De ser así, este es el mejor momento de iniciarse. También algún otro miembro de la familia idóneo puede prestar el servicio”
El presbítero aconseja que además de seguir a través de televisión o en redes sociales las celebraciones privadas de los templos, cada familia realice sus propias celebraciones en casa: la Institución de la Eucaristía el Jueves Santo, la adoración a Cristo Crucificado el Viernes Santo, y la Pascua de Resurrección el Sábado Santo; sugiere que la mejor hora para realizar las tres celebraciones del Triduo Sacro es a las 6 de la tarde.
¿Cómo hacerlo?
El Jueves Santo celebremos la Institución de la Eucaristía:
– Frente a una imagen o pequeño altar de la casa, con una vela encendida.
El que dirige:
– Proclame la Palabra, el Evangelio de la Última Cena Juan 13, 1-15.
– Compartan entre todos cómo lavarse mutuamente los pies, es decir, cómo servirse unos a otros.
En la mesa:
– Bendigan el pan la cena-, pensando en darse vida unos a otros, y terminen orando y festejando los temas de familia.
El Viernes Santo adoremos a Cristo Crucificado:
– Frente a la misma imagen o altar
El que dirige:
– Lea para todos el Evangelio de la Pasión y Muerte de Jesús Juan 18, 1-19,42.
– Reflexionen juntos sobre la donación de Jesús.
– Besen el crucifijo de su casa y terminen con oraciones a María.
El Sábado Santo celebremos la Pascua de Resurrección:
– En torno a la mesa de comedor, arreglada con mantel y arreglo de flores si es posible. Además un recipiente con agua bendita y el cirio o vela que escogieron para la ocasión.
El que dirige:
– Haga una oración mientras enciende el cirio y pide a Dios que bendiga el agua y la luz.
– Lea para todos el Evangelio de la Resurrección Mateo 28, 1-10.
– Compartan los miembros de la familia-comunidad si han experimentado la resurrección en su propia vida. Cómo fue, en qué se asemeja a la resurrección de Jesús.
– Hagan oraciones por la Iglesia y por las necesidades del mundo.
– Cenen compartiendo la alegría de ser familia y de ser de Cristo.
Finalmente, el Presbítero recomienda, que eso que la familia vive al interior de su hogar, lo expresen hacia la calle, ya sea en la ventana o en la puerta.
Escojan signos para cada día. Se trata de que la Buena Nueva de la Vida de Cristo sea conocida por los demás”