De muy mal a peor& imposible

En 2019, cada guanajuatense pagó por la violencia 55 mil pesos.

Así lo reporta el Índice de Paz México 2020 elaborado por el Institute for Economics & Peace publicado esta semana que ubicó a Guanajuato, por primera vez en siete años de estudio, en los cinco estados menos pacíficos. Para ser precisos, en el lugar 28.

El costo de la violencia en Guanajuato, en pesos, alcanza 340 mil millones. Y mejor no hablar de las víctimas, de sus familias, de viudas y huérfanos.

El monto significa cuatro veces el presupuesto 2020 aprobado para Guanajuato, que suma 87 mil 300 millones.

En cuestión de costo económico, sólo el Estado de México y la Ciudad de México tienen un boquete mayor, 574 mil 900 millones y 342 mil 800 millones de pesos, respectivamente.

Los datos del estudio indican que el costo casi es el mismo en la Ciudad de México, con una población aproximada de 9 millones de habitantes. En Guanajuato sumamos poco más de 6 millones. 

En el impacto per cápita arriba de Guanajuato sólo están: Colima con 83 mil 926 pesos, Baja California con 72 mil 409, Chihuahua con 61,716 y Morelos con 56 mil 559 mil pesos.

El promedio nacional equivale, por mexicano, a 36 mil 129 pesos. Es como si el año pasado la violencia le hubiera arrebatado esa cantidad aunque para los guanajuatenses el costo fue mayor en un 52 por ciento.

Yucatán, el estado más pacífico de México en 2019, tuvo el menor impacto económico por persona: 11 mil 714, gracias a la baja tasa de homicidios.

Suben tasas de violencia

En 2019 los cinco estados menos pacíficos de México fueron Baja California, Colima, Quintana Roo, Chihuahua y Guanajuato, señala el respetado estudio.

Guanajuato pasó del lugar 27 al 28, para entrar en el top de los 5 peores.

El estudio mide cuatro factores: 

  1. Delitos con violencia: El de mayor deterioro en la entidad. Aumentó 8.5% el último año, lo que se debió a un incremento de 21.3% en la tasa de delitos sexuales. 
  2. Tasa de homicidios: Creció 4%. Guanajuato tuvo la cuarta tasa de homicidios más alta de México: 56.3 por cada 100,000 habitantes.
  3. Tasa de delitos cometidos por armas de fuego: Se elevó 6.1%. El 84% de los homicidios se cometieron con armas de fuego. De igual manera, la tasa de asalto con arma de fuego subió 10.1%, Guanajuato registra la tercera tasa más alta.
  4. Tasa de crímenes de la delincuencia organizada: Aumentó 5.9% en 2019, y no ha dejado de subir en los últimos cinco años. La tasa de secuestro y trata de personas se incrementó más del doble entre 2018 y 2019.

La razón de la violencia que vivimos en Guanajuato, está señalada en el informe: “La disputa territorial, cada vez más intensa, entre los cárteles Jalisco Nueva Generación y Santa Rosa de Lima, ha provocado el aumento de homicidios, delitos con armas de fuego y crímenes de la delincuencia organizada. Esos dos grupos buscan el control territorial para llevar a cabo el robo de combustible, la extorsión y el secuestro, así como el comercio de drogas”.

En Guanajuato ninguna autoridad ha hablado sobre los resultados del Índice de Paz México 2020. La verdad, ya sabemos lo que dirían, “son delitos federales, se necesita la inteligencia federal para desarticular las bandas del crimen”.

De la Federación, también conocemos la respuesta: “trabajamos fuerte en Guanajuato”.

La realidad diaria dice lo contrario.

El miércoles 6 de mayo, el presidente Andrés Manuel López Obrador otra vez dedicó unos minutos de la mañanera a la tragedia que vive  nuestro Estado: “Ahí tenemos miles de elementos en Guanajuato, pero está bien arraigado el problema, lo dejaron crecer”.

Alerta en los penales

Desde septiembre de 2019, el góber Diego Sinhue expuso la necesidad de construir un nuevo penal que, en primera opción, estaría en Celaya.

El recurso vendría de la deuda de 5 mil 350 millones de pesos que el Congreso del Estado le autorizó el pasado 24 de enero. De ese monto ya se contrató un primer crédito de 1,500 millones, que todavía no incluye esa obra.

Para el nuevo cereso se necesitan unos 300 millones de pesos. Sustituirá el actual de Celaya.

Actualmente Guanajuato cuenta con ocho penales estatales: Irapuato, Celaya, Guanajuato, Pénjamo, San Miguel de Allende, León, Salamanca y el de Valle de Santiago.

El diagnóstico de Supervisión Penitenciaria 2019 de la Comisión Nacional de Derechos Humanos califica a Guanajuato con un 8.01 en general y lo ubica en cuarto lugar. Ni hablar, perdió el primero que había logrado años antes.

El mejor calificado fue el de Valle de Santiago con 8.50 y el peor Irapuato 7.19.

Uno de los datos es importante: solamente el de Guanajuato y el de Valle de Santiago tienen una población de hombres y mujeres inferior a su capacidad.

Pero, la cárcel de Valle de Santiago empieza a descomponerse o comienza a salir de control. Las recientes riñas y videos exhibidos desde el interior del llamado Cereso Mil revelan descontrol de la seguridad penitenciaria.

El reporte de Derechos Humanos 2019, advierte que en los penales de León y Valle hay presencia de actividades ilícitas.

El Cereso de León tiene capacidad para 1,498 hombres y el año pasado había 1,707, indica el informe detallado de Derechos Humanos.  

Otra advertencia del estudio es la insuficiencia de personal de seguridad y custodia en los penales de León, Guanajuato y San Miguel de Allende.

La presión sobre la capacidad de las cárceles en el Estado no sorprende a Diego Sinhue. Al inicio de su administración había aproximadamente 5,100 internos y hoy son alrededor de 6,300.

Guerra oculta en Cereso Mil 

La exhibida en redes sociales y medios de una de las últimas riñas registradas entre los internos del Cereso Mil, mostró la falta de controles de la seguridad. Mínimo para el ingreso de celulares.

Seguridad Pública del Estado, responsable del Cereso 1000, tuvo que aceptar que hay celulares entre los reclusos y que fácilmente pelean entre ellos. Esta vez hubo 2 con lesiones leves.

Los internos de los cárteles Jalisco Nueva Generación y Santa Rosa pelean abiertamente por quién manda en ese penal.

El resultado más grave es que la guerra llega al exterior. Nada menos en el último año han sido asesinados once de los custodios del Cereso de alta seguridad en las carreteras de Guanajuato. Y no hay detenidos.

Plan marshall Guanajuato

Unas 60 personas participan con ideas para hacer un plan de rescate económico de Guanajuato, una vez que pase la contingencia por el Covid-19.

Esta semana que inicia se espera que en Palacio de Gobierno se convoque a quienes ya participaron con sus propuestas para darles el resultado del análisis que ha hecho el equipo del Laboratorio Nacional de Políticas Públicas del CIDE (Centro de Investigación y Docencia Económicas) que dirige Eduardo Sojo Garza-Aldape.

A este trabajo Sinhue le ha puesto el nombre de “Plan Marshall Guanajuato”, en referencia al Programa de Recuperación Europea instrumentado para reconstruir la economía europea devastada tras la Segunda Guerra Mundial. 

George Marshall, exgeneral de guerra empujó el plan como Secretario de Estado de EUA. Desde entonces se acuña ese apellido cuando de planes de rescate se habla.

Guanajuato ya comprometió un gran remedio y no puede salir con una aspirina. 

El plan está diseñado para aplicarse en lo que resta del sexenio (mediados 2024).

La consulta inició el 30 de marzo entre un grupo de ciudadanos convocados por el Gobernador y el gabinete económico, entre ellos los capitanes de los consejos coordinadores empresariales de León, Celaya, Irapuato, Salamanca, San Miguel de Allende, Guanajuato, además de otras cámaras y empresarios.

Sería bueno que se sume a universidades, centros de investigación, colegios de profesionistas, o ciudadanos en general. Más ideas nunca sobran.

El plan definirá los pasos del gobierno, pero también de las empresas. Se espera que sea un compromiso en dos vías, de lo contrario la salida de la crisis económica en que la emergencia sanitaria nos metió, será más difícil.

Además, como lo reveló INEGI, Guanajuato arrastra una contracción económica desde la mitad del 2018 y durante todo el 2019. La caída de la actividad económica el año pasado fue de 0.22%, hasta el lugar 18 entre las 32 entidades.

Lo que mal inicia&

Hace dos semanas, cuando la alcaldesa de Celaya, Elvira Paniagua, autorizó a comerciantes no esenciales de tianguis y mercados a instalarse en días y horarios especiales, se vio venir que la cosa no iba a terminar bien y así fue.

El respaldo de los grupos más importantes de comerciantes para Elvira Paniagua durante la última elección sumó muchos votos para que la panista llegara a Presidenta.

La presión por parte de estos grupos para evitar el cierre de sus negocios fue tal que ellos mismos eligieron los días y horarios en los que se instalarían con motivo del Día de la Madres. 

Pero la presión de las autoridades de Salud obligó a Elvira a cerrar todos los locales de la Zona Centro sin tocar a los tianguistas. Los “granaderos” empezaron a caminar por las calles “invitando” a bajar las cortinas.

La protesta de los comerciantes empezó fuerte sobre todo porque ellos cerraban las puertas mientras los ambulantes y semifijos vendían tranquilamente en los tianguis y mercados al aire libre.

Los locatarios del Centro, unos 100, no se quedaron callados y pusieron a Elvira entre la espada y la pared, “o todos coludos o todos rabones”. Y así fue.

Entre la espada y la pared, Elvira decidió que era buena idea permitir dejar abrir a todos los comerciantes (esenciales y no) este fin de semana y así dejar contentas a ambas partes. La medida les fue anunciada a los líderes de comerciantes la mañana del jueves y más tarde se notificó a los negocios de la Zona Centro.

En ese lapso, dicen que la propia alcaldesa Elvira Paniagua recibió un fuerte jalón de orejas desde el Gobierno Estatal por lo que estaba ocurriendo y que no estaba cumpliendo el compromiso que ella misma firmó para reforzar los operativos.  

Al final de cuentas, Elvira se escondió y culpó de las indecisiones a la directora de Fiscalización, Azucena Arredondo quien prefirió no rascarle al asunto.

En Celaya preocupa además que es la ciudad con más fallecimientos por Covid-19 y las autoridades y algunos ciudadanos parecen no tener conciencia del peligro. 

Momentos difíciles

En Irapuato, los pequeños comerciantes están “ahogados” por falta de ingresos.

En centros de abasto como el Mercado Hidalgo, piden a gritos un apoyo, y también que se deje pasar libremente a los consumidores.

Esta semana el alcalde Ricardo Ortiz Gutiérrez prometió un nuevo fondo para dar préstamos a los comerciantes micro y pequeños, con recurso enteramente municipal. Pero como en todos los casos, la convocatoria tarda en aterrizar.

Los comerciantes que ya tienen más de un mes cerrados están desesperados. 

Con motivo del Día de las Madres, intentaron obtener permiso del Municipio para ofrecer su mercancía, pero la respuesta tajante fue “no”.

DA

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