Aunque quizá todavía no está para disputar otro título y ahora sí ganarlo, la perspectiva para Cruz Azul este torneo es mucho mejor que en años anteriores y no sólo por la contratación de Luis Fernando Tena, sino por la elección de jugadores no viciados, con buen ritmo y que darán a La Máquina nueva vida.
Y no se hace referencia a los ex del Toluca, Javier Báez y Fausto Pinto, ni mucho menos del ex chiva Marco Fabián (quien deberá demostrar que viene a jugar y no a echarse en la hamaca y gozar de la socialité), sino del delantero del Galaxy de Los Ángeles, José Villarreal; el mediocampista del Union de Filadelfia, Michael Farfán, y del mediocampista de los Earthquakes de San José, Rafael Baca, quienes podrían revivir una plantilla que ha vivido anquilosada.
Nadie se lo esperaba, fue realmente una sorpresa la contratación de estos tres jugadores, quienes a pesar de no contar con un gran cartel, sí llegan con un ritmo muy diferente al que se juega aquí en México, más dinámico y ofensivo, muy al estilo europeo.
Ello seguramente le dará a La Máquina nuevos bríos y una competencia interna por los puestos titulares bastante intensa, además de que se tiene en mente también traer al brasileño Diego Tardelli, del Atlético Mineiro.
Los argentinos Mauro Formica y Mariano Pavone, así como el camerunés Achille Emana siguen sin convencer y por ello su chamba está en la tablita, por lo que si antes daban el 60% en el terreno de juego, ahora deberán dar el 100 no sólo para hacerse de un lugar en el 11 ideal, sino para asegurar un sitio en el Apertura 2014.
Como sea y con “El Chaco” Christian Giménez como el corazón del equipo, las posibilidades de Cruz Azul son buenas, aunque “El Flaco” deberá revivir ese carácter, hambre y entusiasmo que mostraron en el Invierno 1997, cuando jugadores como Carlos Hermosillo, Lupe Castañeda, Juan Reinoso, José Luis Sixtos y Benjamín Galindo le dieron su octava y última estrella a los cementeros.
Marco Fabián de la Mora no es un mal jugador, para nada, lo que deberá mostrar ahora en una institución que lo consentirá, apapachará y en la que podría convertirse en un emblema si se aleja de las fiestas, las mujeres y los escándalos.
Y eso lo sabe, tanto así que comentó que “no soy un santo, no me doy golpes de pecho. Sé que he fallado, pero quiero resurgir en Cruz Azul. Uno como jugador necesita un cambio, a veces se cumplen ciclos. No le guardo rencor a Chivas. Le agradezco a Cruz Azul y al Guadalajara la oportunidad que me dan y no es la última, como algunos lo quieren ver: Yo lo veo como una gran oportunidad”.
Pues ojalá así sea, aunque del dicho al hecho hay mucho trecho y al menos todo este torneo Fabián sufrirá y mucho, sobre todo porque tendrá encima no sólo a la afición celeste, sino a la crítica en general, que esperan dé resultados inmediatamente.
Vive Cruz Azul nueva perspectiva
Para Cruz Azul este torneo es mucho mejor que en años anteriores.