El presidente de Estados Unidos, Donald Trump declaro que los migrantes que cruzan ilegalmente la frontera deben ser deportados “inmediatamente” sin la oportunidad de comparecer ante un juez, un concepto considerado una violación del principio de debido proceso, de acuerdo a las leyes vigentes.
We cannot allow all of these people to invade our Country. When somebody comes in, we must immediately, with no Judges or Court Cases, bring them back from where they came. Our system is a mockery to good immigration policy and Law and Order. Most children come without parents…
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 24 de junio de 2018
“No podemos permitir que esta gente invada nuestro país. Cuando alguien entra, debemos inmediatamente, sin jueces o casos judiciales, enviarlos de vuelta por donde vinieron”, declaró Trump en su cuenta de Twitter, frase que invalida las leyes de inmigración de Estados Unidos.
Los inmigrantes que son detenidos por su estatus legal, tienen derecho a comparecer ante un juez magistrado, que decide si deben ser expulsados o, si por el contrario, pueden permanecer en el país haciendo uso de su derecho a trámite de petición de asilo.
Estas declaraciones abren paso a más propuestas que endurecen el trato a los migrantes y fortalecen la política de “tolerancia cero” con la inmigración ilegal, que permite llevar a procesar criminalmente a los adultos que arriban irregularmente al país, una nueva regla que originó la separación de los niños de sus padres cuando se encontraban privados de su libertad.
Debido a la crítica mediática que generaron las imágenes de separación de niños y padres, Trump se vio obligado el miércoles a firmar un decreto en el que ordenaba el fin de la división de familias, pero solo establece que los menores deberán ser encerrados con sus padres mientras estos se enfrentan al proceso para ser deportados.
La ley estadounidense establece que los niños no pueden ser privados de libertad durante más de 20 días, pero el gobierno de Trump ha pedido a la Justicia que se amplíe ese límite, el gobierno ya ha reunido con sus familiares a 522 niños inmigrantes, aunque 2.053 menores siguen recluidos, según datos emitidos la noche del sábado por el Departamento de Seguridad Nacional.
Hasta ahora, las personas aceptadas para asilo pueden permanecer en libertad en el país mientras se estudia su caso. La decisión de Trump de mantener detenidos, pero juntos, a los miembros de una misma familia esquivaría esa circunstancia. Pero puede violar la ley de los menores, acerca de no permanecer más de 20 días encarcelados.