Tras la caída de la barda en la calle Alarcón de Ocaña, la Secretaría de Obras Públicas del municipio llevó a cabo la clausura de trabajos debido a que no contaba con los respectivos permisos.

Josué Aguazul, director de Obras Públicas, explicó que dos días antes de que aconteciera la caída se llevó a cabo un recorrido por el lugar y se constató que las labores se realizaban sin el visto bueno del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) ni con el permiso de demolición por parte del ayuntamiento.

Por esa razón se dio pie a la clausura del lugar, de modo que el propietario deberá responder con los daños de las personas lesionadas.

En tanto, Obras Públicas será quien determine la sanción por la demolición del interior del terreno.

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