Ya se sabe: la ciudad más famosa del mundo tienta por todos lados: cultura, gastronomía, monumentos, parques, cafés. Si es tu primera vez o hace mucho que no vas, y tienes poco tiempo, es bueno asegurarse de que seas tú quien muerda a la Gran Manzana y no al revés.
¿Cómo? De entrada entendiendo que no podrás acabártela y que tendrás que renunciar a mucho. Luego habrá que hacer una selección. Aquí se vale hacerla minuciosamente, para cubrir tus intereses y expectativas, es decir, tus propios must; pero también se vale trazar un borrador flexible que te lleve por ahí entre sitio y sitio a descubrir un Nueva York personal.
Además de hacer los clásicos (Times Square, Met, Empire State, Ellis Island o Central Park…), permite que te coquetee algún barrio, piérdete en un mercado de pulgas o entra a un café o un diner que te llame, como si lo conocieras de toda la vida.
Aquí van algunas recomendaciones que, además, vienen bien en temporada invernal.
Sky Skate
Esta nueva experiencia en combo se inauguró el 9 de enero. Se trata de dos clásicos de Invierno por el mismo boleto: patinar en la tradicional pista del Rockefeller Center, pero con el plus de subir al mirador Top of the Rock, del edificio GE, el más alto del complejo comercial, que ofrece vistas dramáticas de la ciudad a 269 metros (las vistas son fantásticas y la entrada es menos concurrida que la del Empire State Building). Si hace frío, puedes disfrutar en interior, en los pisos 67 y 69… pero no evitarás la tentación de subir también al 70, donde se entiende bien el término “rascacielos”.
www.rockefellercenter.com
WTC Memorial
Una extraña mezcla entre calma y desasosiego se conjugan en la visita a este sitio. En el lugar que ocupaban las torres hay sendas fuentes que fluyen casi sin hacer ruido, como si fueran cuatro paredes líquidas que se escapan al infinito por ese cuadro negro que hay justo en medio. Es mejor visitarlas al atardecer o cuando ya ha caído la noche, para apreciar la iluminación, no sin antes pasar por el 9/11 Memorial Preview Site, en la calle Vesey (a un par de cuadras), donde hay una exhibición fotográfica, videos y objetos que rinden homenaje a las víctimas y a los héroes.
El museo del Memorial, a un costado de éste, aún está en construcción y será inaugurado en abril.
www.911memorial.org
Century 21
Es cierto que en Manhattan está la tienda insignia de Macy’s, la más grande del país, pero si no tienes tiempo y debes elegir una, guíate por la bolsa roja que tantos turistas traen: Century 21, que desde hace 50 años ofrece mercancía de marcas de prestigio con descuentos escandalosos de hasta el 65%. Seis pisos de ropa, calzado, accesorios y cosméticos en su tienda de la calle Cortland, en el distrito financiero, muy cerca del 9/11 Memorial.
Si es fin de semana, también es opción darse una vuelta por el mercado de pulgas del barrio Hell’s Kitchen, nombrada en el Top 10 de las calles para hacer shopping en el mundo, donde unos 170 vendedores ofrecen sus productos únicos, desde joyería, artículos de decoración y muebles, hasta antigüedades y ropa vintage.
www.c21stores.com
www.hellskitchenfleamarket.com
New York’s TV and Movie Tours
¿Cuántas de tus series o películas consentidas tienen lugar en Nueva York? Un tour temático como este no podía ocurrir en mejor ciudad, así que súbete al camioncito y date este placer culposo, tómate la foto en la esquina del edificio de “Friends”, bébete un Cosmo en Scout, el bar de Aidan y Steve en “Sex and the City”, visita la iglesia del Padre Phil, de “Los Soprano”, alimenta a las palomas donde lo hizo Macaulay Culkin en “Mi Pobre Angelito 2” o ve a la librería de “Comer, Beber y Amar”.
Mientras te trasladas de un lugar a otro, en el autobús verás fragmentos de las películas o series, y obtendrás datos curiosos de la mano de los guías. También hay tours privados.
www.screentours.com
Ellen’s Stardust Diner
A ver, ¿a qué restaurante has ido en el que tu mesera tarde con la orden y tú no sólo no te enojas sino que le aplaudes muy fuerte y con mucho gusto? Este tradicional merendero de estilo cincuentero, fundado en 1987, es una original alternativa, al mismo tiempo gastronómica y de espectáculo. Muy al estilo de aquellos restaurantes italianos atendidos por cantantes de ópera, los meseros terminan armando un show impresionante de hits de Broadway y pop, uno tras otro… y algunos de ellos trabajan en obras importantes del vecindario.
No te equivocarás si pides el Chicken Pot Pie, el Brisket o hamburguesas; y para el postre, cualquiera de las delicias preparadas diariamente por el maestro repostero Raul Mark.
www.ellenstardustdiner.com
MoMath
El Met, OK, y el MoMa también… pero qué tal si esta vez vas al “MoMath”. El Museo de Matemáticas abrió apenas hace poco más de un año, y tiene la virtud de hacer de las matemáticas algo irresistible. En este recinto, inspirado por los niños, según cuentan sus propios fundadores, se encuentra el trabajo juguetón de un grupo de orgullosos nerds salidos de Harvard y otras escuelillas así, que saben transmitir su pasión en términos estéticos y sencillos, pero no simplones.
La exhibición se divide en 30 divertidos apartados y juegos interactivos que muestran desde el uso de las matemáticas en la vida cotidiana, hasta su aplicación en un triciclo de ruedas cuadradas y generadores de patrones fractales para diseñar ropa. ¡Hasta para sentarte en la cafetería vas a tener que usar números!
momath.org

Para el frío

Si el frío te obliga, ni modo: métete a uno de estos locales a comprobar su fama de primera mano.
-Sopas: la típica de pollo de Fred’s at Barneys, ubicado en el 9° piso del 660 de la calle Madison, o la famosa sopa de cebolla y queso de Artisanal, en el 2 de Park Avenue son opciones sin pierde.
-Cafés boutique: alguno de los Café Grumpy es opción para los puristas, o Blue Bottle Café, en la 450 W y la 15, que es peregrinaje obligado para los cazadores del café perfecto. El Abraço Café es un localito que se precia de tener el mejor espresso de NY… y debería, porque cuesta 14 dólares.
-Chocolatería: Fine & Raw, en el 288 de la calle Siegel, que pertenece a campeones chocolateros que cocinan muy lentamente el cacao para que no pierda propiedades de sabor y antioxidantes; o Vosges Haut-Chocolat, en el 1100 de la avenida Madison, que tiene un bar llamado Mo’Bacon, en el que se sirven todas las mezclas alocadas de sabores, desde cereza hasta curry o wasabe, pero particularmente la que tiene tocino.

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