Guardias de galerías y museos hay miles. Son muchos menos los que terminan exponiendo en el espacio que custodian y en ese caso excepcional se encuentra Julián Sánchez Sauceda.
Él es uno de los autores de la muestra colectiva “Las buenas intenciones”, presentada en la Galería Jesús Gallardo, espacio expositivo del Teatro Manuel Doblado, del que Sánchez Sauceda es vigilante desde hace 18 años.
Originario de la comunidad rural de San Agustín de las Flores, en Silao, Julián Sánchez no tuvo mayor formación plástica que las clases de dibujo técnico que recibió en la secundaria. Ello no le impidió hacerse una ruta autodidacta con los trazos.
“Desde que me acuerdo me gustó el dibujo. Empecé desde niño con cosas muy sencillas, luego pasé a las imágenes de los animales y las de iglesias, progresando de acuerdo a mis posibilidades”, comenta.
A mediados de los noventa, el joven Julián Sánchez, que hasta entonces sólo había trabajado en labores agrícolas, siguió el consejo de un primo y aplicó para el empleo de policía auxiliar que lo puso en el Teatro Doblado. Ello fue la circunstancia que cambió su vida.
“Trabajar aquí me ayudó a desenvolverme en todos los sentidos, me hizo aprender y ver nuevas alternativas, aunado a las inquietudes que uno trae. Vi la magnitud de lo que es el arte en realidad”, comenta.
Varios de los compañeros de Julián en el Doblado vieron su habilidad y, sobre todo, su obsesión con el detalle. Uno de ellos, Leonardo Ramírez, coordinador de Artes Visuales, fue quien comenzó a incorporarlo a muestras colectivas, con lo que su oficio con los trazos se ha ido afinando y expandiendo, hasta abarcar ahora también el papel picado.
En “Las buenas intenciones” se hace presente con una serie de dibujos de iglesias: auténticas filigranas de paciencia sobre papel, y una instalación hecha con figuras de papel picado, técnica a la que se acercó tras recuperar una decoración olvidada de ballet folclórico en el teatro.
El vigilante dibujante
“Estar aquí me hace sentir orgulloso. No tengo palabras para explicarlo. Es una sensación invaluable y que me ayuda a valorar lo que he recibido y la