Se retira Obispo agradecido con León

Monseñor Armando Ortiz Aguirre, quien fuera el cuarto párroco de San Maximiliano María Kolbe, aprovechó el lanzamiento del proyecto para la iglesia del Cerro Gordo, para despedirse y agradecer a sus fieles católicos.
El lunes, el nuevo Obispo de Lázaro Cárdenas, Michoacán, partirá a su nuevo destino donde el miércoles 5 de febrero recibirá la ordenación episcopal de manos del primer Arzobispo de León, José Guadalupe Martín Rábago.
Su sucesor, el Padre José de Jesús Ortiz, invitó a los feligreses a ser padrinos de oración para cada mes hacer una misa de intención y pedir por el Padre Armando en su difícil misión en Tierra Caliente.
Ya ha comenzado la cuenta regresiva para el Padre Armando, quien manifestó que un grupo de amigos sacerdotes los acompañarán para “entregarlo” a su nueva misión pastoral. También será acompañado por familiares y amigos.
“Se está organizando un autobús para acompañarme, con mi familia a la cabeza y con algunas personas de la parroquia; están apuntados un buen grupo de sacerdotes, algunos, incluso apuntados para aprovechar unos días de vacaciones”, añadió.
La Parroquia de San Max, como se le conoce, ha tenido cuatro párrocos: el primero fue el Padre Alberto Ramírez Mosqueda (1984-1985), el segundo fue el Padre Miguel Méndez Dávalos (1985-2000), quien falleció; el tercero fue el Padre Gonzalo Galván Castillo (2001-2004), quien ahora es Obispo de Autlán de la Grana, Jalisco; ahora el cuarto, el Padre Armando Ortiz Aguirre, y el quinto será el Padre José de Jesús Ortiz Ayala, a quien el próximo viernes a las 7 de la noche, el Arzobispo de León, Alfonso Cortés Contreras, le dará posesión como nuevo párroco.
“Por eso ya estoy empacando. El viernes será la entrega administrativa y pastoral de la parroquia”, señala con nostalgia el Padre Armando, quien fuera ordenado sacerdote por el Obispo Anselmo Zarza y Bernal.
Agradeció a Dios y a todos los feligreses de la Parroquia de Panorama por todas las atenciones que ha recibido.
Así se va un hombre sencillo y carismático que prácticamente ha comenzado a empacar todas sus pertenencias para ir a cumplir su nueva misión pastoral.