El ganadero Germán Mercado Lamm, propietario de la ganadería de Montecristo mandó un pésimo encierro que dio al traste con las ilusiones de los toreros que actuaron en la séptima y última corrida de feria.
Lo más rescatable fue la faena de Arturo Macías “El Cejas” que cortó la única oreja de la tarde en su primer toro.
Los astados de Montercristo fue un desfile de bovinos chicos, sin presencia, desgastados, sosos y deslucidos.
Hace una semana fue rechazado un encierro de Montecristo en la plaza México. Sin embargo salió un sobrero al que Joselito Adame le cortó dos orejas, lo que hacía concebir esperanzas de que enviara un buen encierro.
Pero la séptima corrida fracasó por el pésimo juego de los astados.
Al final el mismo ganadero fue honesto al decir que no le gustó para nada el encierro.
Hugo gritos de aficionados de: “¡Qué buena novillada mandó el ganadero!”, sin faltar los recordatorios maternales.
Y si al criador no le gustó el desfile de jóvenes toros que mandó, y que fueron aceptados, increíblemente, por el juez de plaza, Javier Ortiz; mucho menos le gustaron a los toreros que estuvieron por encima del juego que dieron los bureles.
El serial cerró con una muy mala entrada. No se registró ni media entrada, la más mala del serial.
Montecristo dio al traste en la última corrida de la Feria
Los toros de Montecristo dieron una mala actuación convirtiendo la última corrida de la Feria en un desastre.