Texas asume autoridad sobre sus emisiones

Las autoridades ambientales de Estados Unidos le dieron el martes a Texas autoridad sobre permisos de emisión de gases de efecto invernadero, lo que pone fin a una larga disputa entre el gobierno federal y el estado.
El administrador de la Agencia de Protección Ambiental (EPA) en Dallas, Ron Curry, dijo que firmó el martes los documentos que delegan la autoridad sobre el programa a la Comisión de Calidad Ambiental de Texas. El traspaso de autoridad se produce luego de meses de negociaciones sobre la estructura del programa. El público tendrá ahora un período de 30 días para comentar sobre el programa.
Haciendo notar que la EPA y Texas tuvieron a menudo una relación contenciosa y que existen muchos asuntos no resueltos entre las dos partes, Curry dijo que se trataba de “una gran noticia” cuando anunció que el acuerdo había sido aprobado. El jefe de la EPA habló en un almuerzo patrocinado por Air Alliance Houston, un grupo ambientalista.
Texas, el mayor productor de gases de efecto invernadero en Estados Unidos, fue el único estado en el 2010 en negarse a cumplir con nuevas reglas federales de emisiones de gases de invernadero, lo que dejó en el limbo a algunas de las mayores refinerías del país.
La EPA, en una gestión para asegurar que las instalaciones pudieran seguir operando, ha estado emitiendo permisos directamente desde el 2011, asumiendo con ello un papel reservado históricamente para el estado.
El año pasado, la Legislatura de Texas aprobó una ley que le dio a la Comisión de Calidad Ambiental de Texas autoridad para regular las emisiones de gases de efecto invernadero. Fue entonces que la EPA y la comisión comenzaron a trabajar en la preparación de un programa que cumpliese con los requerimientos federales, dijo Curry.
Inicialmente, Texas quería tener una respuesta de seis meses en todos los permisos, pero la EPA se negó a poner un límite a cuánto tiempo tomaría emitir un permiso, dijo Curry. El estado deseaba además un “proceso de audiencias” en su programa, pero la agencia federal declinó. Además, Texas tuvo que establecer límites apropiados a las emisiones, agregó.
Una vez que esos y otros asuntos fueron resueltos, Curry dijo que pudo entregar la autoridad a Texas, aunque la EPA “va a revisar periódicamente el programa”.