Combaten plagas en Sierra de Lobos

Autoridades fumigan grandes extensiones de la Sierra de Lobos con el objetivo de acabar con la “conchuela”, que hiberna en esta temporada invernal y durante la de lluvia ataca las plantas de frijol.
También combaten al gusano barrenador, que sigue afectando a cientos de árboles de encino hasta secarlos.
Cuadrillas de trabajadores sanitarios de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) fumigan la zona, aclarando que dicha sustancia no daña la salud.
“La conchuela son esos insectos llamados también ‘conchitas’ moteadas, que aparentemente son inofensivas y que durante esta temporada de frío hibernan en la sierra y a mitad del año atacan la cosecha del frijol causando grandes pérdidas materiales”, dijo Juan Manuel Hurtado Becerra, inspector de la Procuraduría Ambiental y defensor ecológico de la sierra.
Hurtado, quien ha lanzado la voz de alerta, dijo que buscan integrar un frente común para salvar la Sierra de Lobos, incluso del gusano barrenador que está acabando con cientos de hectáreas de bosque.
Manifestó que una plaga llamada “gusano barrenador” está secando los árboles.
También se desarrolla una plaga conocida como “polilla”, aunada a hongos y plantas parasitarias como el paxtle (usada para decorar los nacimientos).
Ahora los árboles están plagándose del temible muérdago, o flor de mezquite, esa plaga amarilla que tiene “en jaque” a los árboles de la zona urbana.
Señaló que las familias que van de día de campo los fines de semana dejan toneladas de basura por doquier.
“Las bolsas de plástico matan el ganado. Los animales se comen la bolsa y mueren. Dejan botellas y se produce el efecto lupa con los que se generan incendios”, añadió.
Juan Manuel Hurtado Becerra, quien vive en lo alto de unos peñascos desde donde se observa la Cañada de Barbosa, manifestó que otra plaga es la humana.
“Las autoridades han dado permiso para la explotación irracional de bancos de arena y de piedra laja para fabricar pisos”, aseguró.
El biólogo y ambientalista, Fernando Araiza Martínez, dijo que no es hora de buscar culpables sino de armar programas para rescatar la Sierra de Lobos.
Lamentó que no se haya dado una solución para erradicar el gusano y las plagas que están matando miles de hectáreas. Se estima que en una hectárea hay por lo menos 25 árboles infectados.