Para todo aquel que se asuma como profesional del cine, no hay ninguna acción más enriquecedora que saber escuchar.  El desarrollo cinematográfico en el campo de acción, va más allá de lo visual. Lo que se escucha es igual de valioso que lo que se observa.

Recién termina la cuarta edición del Festival Internacional Cine de América en Hidalgo (FICAH). Ha sido desarrollada en su totalidad de forma virtual, las 29 películas que componen su programación se transmitieron vía streaming. Esta vez no hubo reuniones de cineastas, no hubo encuentros con la gente de la industria cinematográfica. Los efectos de la pandemia Covid-19, nos obligaron a no reunirnos personalmente bajo ninguna circunstancia.

Afortunadamente, gracias a las bondades que otorga la tecnología de nuestro tiempo, podemos seguir escuchando a la gente que sabe de cine. El FICAH 2020, ha reunido el trabajo de 32 directores de cine. No fue posible reunir de manera virtual a los 32, pero sí pudimos organizar un encuentro con 6 directores de largometraje de ficción. La idea de esa reunión de cineastas fue escucharlos hablar sobre sus conceptos profesionales, sus motivaciones creativas, sus realidades y desde luego su visión. Escuchar a un director, como el argentino Miguel Bou (La reina del arroz con pollo), ha sido sorprendente por su sencillez como ser humano. O, atender a la experiencia de Eduardo Pinto (La protagonista), también argentino. Abrir el sentido del oído para las ideas tan brillantes del peruano Manuel Siles (Vivir ilesos) o del mexicano Francisco Laresgoiti (Niebla de culpa). Conocer la motivación personal de Sandro Ventura, peruano (Papá x 3); todo eso resulta enriquecedor.

A través de un encuentro virtual, pude, junto con el también cineasta mexicano, Leonardo Arturo, sostener una charla magistral con la actriz mexicana Martha Claudia Moreno. Escucharla y percibir la pasión que ella tiene hacia su oficio, provoca sensaciones casi mágicas.

Las deliberaciones con el Jurado del FICAH 2020, integrado por 12 profesionales del área, resultaron un ejercicio pedagógico. Platicar de guion el escritor y novelista Fritz Glockner, junto a la editora Michelle Griffing, es gozoso.  Escuchar a la gente que vive entre letras, deja una amplia enseñanza.

No solo la gente que tiene años recorriendo el camino sinuoso del cine alzó la voz en esta edición del FICAH. Jóvenes como Fabrizzio González Arzac, Danae Reynaud, Ros Borbolla, Diego Vargas, Luciano Nacci, renuevan la baraja de profesionales que aportan su visión y conocimiento al entorno. Escuchar al admirado documentalista Tufic Makhlouf, con toda su experiencia y sabiduría, lo mismo que la productora Concepción Taboada, me recuerda lo importante que es el privilegio de escuchar a los que saben de cine.

ACLARACIÓN                                              
La opinión expresada en esta columna es responsabilidad de su autor (a) y no necesariamente representa la postura de AM Hidalgo.

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