Hay mucha gente que jamás hará teatro porque no se siente capaz de aprenderse un texto de memoria o de pararse frente al público. No obstante, hay quienes sí lo harán, aunque no puedan escuchar una palabra.
De una docena de jóvenes leoneses así está conformado EnSeña Teatro, la primera compañía de teatro de sordos de la ciudad, que desde hace seis años no sólo ha contribuido a crear una oferta artística para un sector desatendido, sino que también deja un ejemplo a quienes se sienten de algún modo limitados.
“Queremos ayudar a los demás sordos para que vean que no por ello pueden dejar de hacer cosas, y difundir el lenguaje de señas, que a la gente no le dé vergüenza y vea que es interesante y divertido”, dice a través de un intérprete Marco Trejo, uno de los integrantes del grupo que, aunque independiente, tiene su base en la Casa de la Cultura Diego Rivera.
La agrupación nació de un grupo de jóvenes sordos que no encontraban un espacio adecuado para canalizar sus inquietudes creativas, que inicialmente estaban volcadas hacia el video (sigue siendo un ingrediente de sus espectáculos). Al acercarse a la Casa de la Cultura fue que tomaron contacto con el teatro.
“Al principio nos parecía un poco extraño y no teníamos mucha noción. Comenzó como un hobby, pero poco a poco empezó a crecer”, señala Alan Arellano, otro de los integrantes de la compañía.
El actor y director Mayed Nazzoure fue invitado a dirigir el naciente taller, no sin sorpresa. “Fue algo totalmente nuevo. Comencé a trabajar apoyado con cine y video y después haciendo mímica, pero ellos me dijeron que no querían hacer mímica, así que empezamos de nuevo hacia un teatro con lenguaje de señas”, recuerda el director.
Nazzoure acudió a los veteranos del teatro para sordos en México, la compañía Seña y Verbo, quienes no sólo han servido como un aliado importante proporcionando talleres y orientando en la búsqueda de textos, sino que también han invitado al grupo leonés al Festival Nacional de Teatro de Sordos.
“La comunidad de sordos es muy grande, pero los productos culturales no están pensados en ellos. Cuando comenzamos me decían que no habían ido al teatro o al museo porque no creían que hubiera ahí algo para ellos”.
De pequeñas creaciones colectivas y adaptaciones a cuentos clásicos, el grupo fue acometiendo trabajos más elaborados, el último de los cuales es “Buscando al Principito en el planeta ABCeña”, con el que estarán haciendo una temporada en febrero, con funciones cada sábado en la Casa de la Cultura.
Habla EnSeña con las manos
La primera compañía de teatro de sordos lucha contra la discriminación