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Entre los alcaldes de la Huasteca hidalguense se comenta que el de Huejutla, el pesista Daniel Andrade Zurutuza, no consigue tener el liderazgo regional que caracteriza tradicionalmente a quien encabeza dicho ayuntamiento. Además, la población no está nada contenta con su desempeño, pues para salir del paso anuncia que tapará los baches, cuando continúa sin recolectar la basura.

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Pero si de falta de liderazgo se trata, ahí está el alcalde de Tlanchinol, Marcos Bautista, que no es capaz de dar un paso sin la tutela de su asesor financiero, quien verdaderamente toma las decisiones, incluso para entrar a las sesiones del Cabildo requiere de su chaperón, cuya presencia es mal vista por los demás integrantes de la Asamblea, quienes en protesta abandonaron el recinto.  

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En el Altiplano hidalguense también hace aire, pues trabajadores sindicalizados del ayuntamiento de Tepeapulco acusan a la alcaldesa, Marisol Ortega López, de incumplir con la promesa de otorgar servicio médico de primera calidad. Además, exigen la destitución del director de Servicios Municipales, Salvador Sandoval Otamendi por la prepotencia con la que se dirige a los colaboradores.

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Y parece que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, anda muy pendiente de Hidalgo, no por la secuelas de las inundaciones, sino por su respaldo al IPN, quien manifiesta su rechazo “por privatizadora” a la iniciativa del Congreso del Estado de Hidalgo sobre una nueva ley orgánica propuesta por los todavía diputados emanados de Morena, Ricardo Baptista y Noemí Zitle.

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En la LXV Legislatura de Hidalgo los cambios van lentos. Apenas reacomodaron a dos exdiputados universitarios de Morena como directores generales, Salvador Sosa y Jorge Mayorga. Los ansiosos que nunca faltan se preguntan cuándo darán de baja al titular de Servicios Administrativos, Jorge Jiménez Reyes, aunque quizá sea estrategia para retenerlo mientras lo auditan, no se vaya a fugar.

ACLARACIÓN
Los comentarios expresados en esta columna de opinión no son una información noticiosa o necesariamente verídica. Forman parte de los dichos, trascendidos o comentarios que se escuchan en los pasillos políticos, gubernamentales y sociales.

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