Llega un momento en que cansa tantas malas noticias. Más bien desde hace años Hidalgo vive en tragedia permanente y seguramente esto no cambiará después de la próxima elección de gobernador. Puede que recrudezca.

El arribo del grupo Hidalgo, encabezado por Miguel Ángel Osorio Chong y Jesús Murillo Karam, al entonces gobierno federal trajo consigo la falsa esperanza de que la entidad por fin sería tomada en cuenta en los proyectos nacionales.

Pero sin importar los cargos que ostentaron ambos personajes en la pasada administración federal, cancelaron la refinería Bicentenario en Tula, la cual nació muerta en el sexenio de Felipe Calderón, y el tan anhelado aeropuerto por fin aterrizó pero en la entidad mexiquense.

Dependencias gubernamentales como la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas con Nuvia Mayorga o Cuauhtémoc Ochoa en una subsecretaría al interior de Semarnat no fueron suficientes para disminuir la pobreza que padecen miles de habitantes del estado que salen a relucir en cada medición de Coneval, o atenuar la contaminación en la región Tula-Tepeji.

La llamada cuarta transformación prendió de nueva cuenta las expectativas, al ser Hidalgo una de las entidades del país donde sus habitantes más votaron por Andrés Manuel López Obrador, como en 2006, y borraron del mapa electoral al Partido Revolucionario Institucional (PRI).

Incluso, el nombramiento del originario de Actopan, Arturo Herrera Gutiérrez, en la Secretaría de Hacienda y de Julio Menchaca en la Comisión de Justicia del Senado de la República fue motivo de celebración y orgullo. Si, para unos cuantos. 

Si, los hidalguenses accedieron a nuevas fuentes de empleo, prueba de ello es que la familia Herrera figura en la nómina del gobierno federal. En tanto, seguimos a la espera de la derrama económica que dejará la construcción del Tren Maya en Ciudad Sahagún.

Desde abril se emitió el fallo de la licitación para la construcción de la carretera Real del Monte-Entronque Huasca y la concesión por 30 años, pero la obra está detenida debido a que la federación no ha depositado el fideicomiso de 2 mil 200 millones de pesos.

Los grandes proyectos no cuajan en Hidalgo pero si la desgracia. Cerrar de golpe los ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex) para disminuir el robo de hidrocarburo, darle una patada al avispero como hizo Felipe Calderón para legitimar su gobierno al declarar la guerra al narcotráfico, provocó una explosión en una toma clandestina en Tlahuelilpan con 137 muertos, en enero de 2019.

Y recientemente una decisión política de Conagua y del Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex) ocasionó la inundación en Tula, como lo explica a detalle la columna publicada en The Washington Post.
 
A futuro, el escenario no mejora. Israel Félix o Carolina Viggiano, ambos destacan por su intolerancia hacia la crítica, incluso un lenguaje soez en el primer caso. De ser candidato tricolor, existe el riesgo de que se repita el ambiente previo a la elección de Mineral de la Reforma, con la intervención de la procuraduría para detener adversarios como sucedió con Raúl Camacho.

En Morena, lo ideal en un partido donde carece de toda lógica es que el candidato sea Julio Menchaca, los demás levantarán la mano para ver en qué puesto se acomodan en el próximo sexenio.

Cierto, Julio Menchaca gestionó una obra para Hidalgo en los últimos años: remodeló el acceso principal de sus oficinas en Pachuca.

ACLARACIÓN                                            
La opinión expresada en esta columna es responsabilidad de su autor (a) y no necesariamente representa la postura de AM Hidalgo. 

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