Mariana Rodríguez Cantú se rapó en solidaridad de niño que padece leucemia. Fueron los primeros encabezados por la acción que hizo la titular de la dependencia Amar a Nuevo León de aquel norteño estado. ¡Ah, caray! Pensé cuando vi las fotos, no sé si ya estoy en otra onda, pero en mis tiempos eso no era raparse. Después los medios rectificaron: Mariana se cortó el pelo en apoyo& Ah, ya decía yo que no soy tan destanteado.
La nota ahora es el nuevo look que presumió en redes sociales. Qué guapa. Tendencia. Impone moda. Es nuestra Lady Di mexa (¡caramaba!), comentaron sus seguidores en la publicación que hasta la tarde del lunes tenía casi medio millón de corazoncitos en Instagram, lo cual es todo un éxito para la otrora influencer (¿pidió licencia o sigue siendo?), pues en somera revisión de publicaciones previas, solo alcazaba poco más de cien mil en sus más populares. No sé, mi madre me enseñó a desconfiar de políticos.
Ante las críticas por posible uso melodramático y mercadológico de la situación, defensores de Rodríguez Cantú esgrimen: “Es mejor un gesto de empatía que no hacer nada. ¿Cuándo han hecho ustedes algo por niñas y niños enfermos?” Es posible que tengan razón, preferible eso que quimioterapias falsas de miserables tricolores ahora prófugos, sin duda. Pero preferible no significa justo, ideal, ni siquiera adecuado.
Mariana Rodríguez, quien además tiene por esposo al gobernador Samuel García Sepúlveda, se mantiene mientras en la pista principal de la política neoleonesa hasta vestida de Cenicienta, “Cinderella looking for a fella”, como dijo su marido. La funcionaria se lleva de calle al mandatario en carisma, pues los momentos virales de Samuel, recordemos su machismo o experiencias laborales golfísticas, fueron más bien en detrimento de su imagen que tuvo que ser rescatada por su esposa con salvavidas fosfo, fosfo.
“Es que no sabes venderte, Iván”, me han dicho más de una vez. Pienso yo que no soy refrigerador como para tener que hallar cómo verme bien en escaparate, pero es verdad que es tendencia pensarnos como objetos de consumo, ya laboral, ya social, ya sexual, por eso existen las plataformas correspondientes donde mostramos lo que queremos, como en catálogo. La política no se mueve en un mundo distinto.
Con años de experiencia en el uso de plataformas de internet y estrategias mercadológicas, y ahora seguramente con respaldo de asesores, Mariana entiende bien cómo generar simpatía desde redes sociales, sabe bien, por ejemplo, cómo aprovechar un corte de cabello que termine& qué sé yo& en candidaturas.
PURAS PROMESAS
De gira en Acaxochitlán, Hidalgo, el 2 de octubre Andrés Manuel López Obrador dijo que 15 días después visitaría Tula tras la inundación de aguas negras por el desborde del río. Se le veía la preocupación, pero hasta el momento nada. Mientras, los habitantes reclaman cada vez más enérgicos la falta de apoyo por parte de autoridades de todos niveles y aumenta la aceptación del discurso que acusa: Tula no se inundó, la inundaron. Tal vez por eso el presidente lo prefiere así, nomás de lejitos, no vaya a ser que se dé una vuelta y no reciba los abrazos que desearía, como ya le pasó en Chiapas, Puebla o Tabasco.
La opinión expresada en esta columna es responsabilidad de su autor (a) y no necesariamente representa la postura de AM Hidalgo.