En los últimos días, los medios de todo el mundo han dispersado información sobre la evolución del virus SARS-CoV-2; específicamente, sobre su nueva variante: B.1.1.529. La Organización Mundial de la Salud (OMS) le ha clasificado como variante preocupante. Esta afirmación ha puesto a temblar al mundo.

Según la OMS, la nueva versión de este virus presenta varias mutaciones que afectan sus características. Ese organismo señala que el virus se propaga con más facilidad, además de la gravedad de sus síntomas.

Ómicron, es la denominación que la OMS decidió otorgar a la nueva variante del pandémico virus del presente. Es la decimoquinta letra del alfabeto griego. Tiene el valor de 70 en números griegos. Ómicron significa letra “o”.  Sus raíces etimológicas son fenicias, y, significaba “ojo” en el idioma fenicio.

También conocida como “la pequeña o”. Se usa también símbolo de la decimoquinta estrella de un grupo de constelaciones. En la constelación Andromeda existe un sistema estelar denominado Ómicron Andromedae. También se denomina así a una estrella en la constelación Cetus. Del mismo modo se le llama así un sistema solar en la constelación Perseo.

Horas después de hacerse pública la información sobre una nueva variante del poderoso virus, aparecían notas en diversos medios, sobre la existencia de una película titulada así: “Ómicron”. De inmediato comenzaron a circular rumores sobre el parecido de ese filme, respecto a la pandemia libra el mundo. Hasta un supuesto póster con ese título apareció de la nada.

Basta con realizar una somera indagatoria para saber que sí, en efecto, existe una película titulada “Omicron” (sin tilde); producida en 1963. De origen italiano, dirigida por Ugo Gregoretti. Es una historia de ciencia ficción, con tintes distópicos. El filme posee una gran estética, es una maravilla en su fotografía. Es un emocionante relato sobre extraterrestres.

Esa película italiana nada tiene que ver con la nueva variante del Covid. Mucho menos plantea una situación parecida a la gran pandemia. Solo tienen en común el nombre, una denominación.

Las bondades que otorga la Red, me han permitido, al igual que cientos de miles de personas, buscar y encontrar ese antiguo filme. Admito que es un muy buen descubrimiento, recomendable para todos los amantes de la ciencia ficción en el cine.

Desde luego que varios relatos distópicos literarios y fílmicos, han resultado proféticos respecto a la pandemia que nos golpea. Esto no dicta que cualquier del género contenga mensajes ocultos sobre las causas y efectos de lo que estamos padeciendo. Pongamos un poco más de pensamiento crítico hacia lo que encontramos en los medios.

ACLARACIÓN                                                
La opinión expresada en esta columna es responsabilidad de su autor (a) y no necesariamente representa la postura de AM Hidalgo. 

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