La nadadora Liliana Ibáñez sumó esta semana un reconocimiento más a los que ya atesora en su trayectoria deportiva, pues la nacida en Celaya recibió este lunes el reconocimiento “Ciudadano del Año”, el cual es otorgado por el Consejo Consultivo del Bajío.
En una ceremonia en la que estuvieron presentes los representantes del Consejo, así como de Grupo Salinas y el gobernador de Guanajuato, Diego Sinhue, Ibáñez se dijo emocionada y honrada por recibir este premio, distinto a los que ha ganado en la alberca pero igual de valioso.
“Agradecida con mi gobernador Diego Sinhue y Ninfa Salinas por fomentar la sinergía entre liderazgo político, sector privado y ciudadanos con vocación de servicio (…) También gracias a quienes me ayudan a aterrizar mis proyectos. Al arquitecto Mauricio Ruiz que diseñó conmigo la alberca Tecno Swim Ibáñez, hoy propiedad de las y los guanajuatenses”, señaló la nadadora a través de su cuenta de Twitter.
Con este reconocimiento, los organismos involucrados reconocieron no sólo la trayectoria profesional de Ibáñez sino también su labor fuera de ésta, pues la deportista celayense ha buscado dejar un legado a los jóvenes a través de diferentes acciones.
Además del diseño de la alberca Tecno Swim Ibáñez, la nadadora ha impartido clínicas en distintas ciudades del país con el fin de compartir con los niños y jóvenes sus técnicas en la natación, pero también su experiencia como atleta y el compromiso psicológico y anímico que conlleva.
Este trabajo no ha pasado desapercibido pues Liliana se ha enfocado a ello en los últimos meses, sobre todo durante la pandemia en la que el mundo competitivo dentro del deporte se paralizó, una labor que sin duda va dando frutos poco a poco.
“Soy guanajuatense y he aprendido el valor de regresar a la comunidad lo mucho que me ha dado el deporte, y que enseñar es la mejor manera de aprender”, finalizó.