Mientras en Asia y Europa se habla de una nueva ola de Covid-19 por la variante Deltacron y en EU las farmacéuticas piden a la FDA autorizar una cuarta dosis de refuerzo, en México no hay contratos para comprar vacunas este año.
Quienes con datos científicos en la mano anticipan que los refuerzos serán necesarios andan preocupados ante la posibilidad de que nuestro país se quede fuera de las cadenas de suministro por no apartar a tiempo su lugar en la fila.
Pero quizás lo que más les preocupa es que la Cofepris no parece tener prisa para dar un paso que los expertos ven indispensable: cambiar el uso de emergencia de las vacunas por una licencia ordinaria.
Con ese cambio, los gobiernos locales e incluso los particulares podrían comprar y aplicar las dosis que consideren necesarias en lo que reste de la pandemia sin depender del gobierno federal.
¿Será cierto que eso se debe a que en Palacio Nacional no quieren perder ese monopolio que tan útil resulta a la hora de pedirles su voto a los mexicanos? Es pregunta con piquete.
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Adivinanza: ¿qué tienen en común la titular de la SEP, Delfina Gómez; ¿el administrador general de Aduanas, Horacio Duarte, y el senador Higinio Martínez? Que además de ser las cabezas de la tribu de Morena Grupo de Acción Política -mejor conocido como Grupo Texcoco-, andan muuuy preocupados por su futuro político.
Hasta hace poco se daba como un hecho que de entre ellos tres saldría el candidato de la 4T al gobierno del Estado de México para la elección de 2023, pero las cosas ya no están tan claras.
Cuentan que tanto la ex dirigente nacional morenista Yeidckol Polevnsky como el subsecretario de Gobernación Alejandro Encinas, quienes ya buscaron antes la gubernatura y perdieron, están interesados en esa candidatura y que en el partido -y en el Zócalo- los ven con buenos ojos.
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No es para que se pongan tristes, pero de acuerdo con el recién publicado World Happiness Report 2022 la felicidad de los mexicanos cayó del lugar 23 mundial, en el que estaba en el 2019, hasta el sitio 46.
PERO no se desanimen, que siempre habrá un “optimista” que diga que no hay que hacerle caso a ese estudio y que sus “otros datos” indican que aquí el pueblo es feliz, feliz, feliz.
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Mañana se abre el AIFA en Santa Lucía y parece mentira que en tan solo tres años las líneas aéreas que operan en México al fin tendrán la clase de aeropuerto (incompleto) que nunca pidieron y justamente en donde menos lo necesitaban. ¡Esos son logros de gobierno y no vaciladas!