Tres mexicanos y seis guatemaltecos fueron condenados el viernes a más de 100 años de prisión por un tribunal guatemalteco, por la masacre de 27 jornaleros en 2011.
Los condenados son los mexicanos José Daniel Castillo, Jorge Hernández Méndez, y José Luis Santiago Morales y a los guatemaltecos Edwin Otoniel Sis de León, Hugo Álvaro Gómez Vásquez, Elder Estuardo Morales Madrid, Luis Gustavo Adolfo Caal Bol, Ludwig Alberto Celada Galdámez y German Chichoche presuntos integrantes del cártel Los Zetas. El Tribunal también ordenó el pago de 75,000 quetzales como multa por los hechos.
Vestidos con uniformes anaranjados, de los reos de alta peligrosidad, los condenados escucharon al Tribunal de Mayor Riesgo “B” imponerles la sentencia 106 años por secuestro y asesinato de los 27 jornaleros.
El Tribunal dijo sentirse horrorizado por la saña con la que se ejecutó la masacre, la cual fue reconstruida a través de fotografías y testimonios en pleno juicio.
Las imágenes mostraban los cuerpos desmembrados especialmente en las extremidades y las decapitaciones del que fueron víctimas los jornaleros en el hecho ocurrido en el departamento de Petén a 500 kilómetros al norte de la capital guatemalteca. El Tribunal dijo que a través de testimonios se determinó que el móvil de la masacre había sido en venganza porque supuestamente el dueño de la finca donde laboraban los jornaleros, Otto Salguero, había robado un cargamento de droga a una célula de los Zetas.
Aldo Chiapas, fiscal antinarcóticos del Ministerio Público dijo que estaba satisfecho con la sentencia.
“Se hizo justicia, algo importante para el país, es la credibilidad que la institución puede hacer bien las cosas”, dijo a la The Associated Pres el fiscal.
La jueza presidenta del tribunal dijo en el resumen de la sentencia que los acusados demostraron un “máximo de crueldad y con mentes que demuestra un máximo grado de deshumanización” sobre como dejaron los condenados esparcidos los cadáveres de los campesinos, uno de ellos con la letra “Z” en el abdomen y con los intestinos fuera.
“Ya nos sentenciaron no podemos hacer nada, solamente echarle pa* adelante, que la vida siguen pa* los que estamos adentro, la mera verdad yo no me arrepiento porque yo no lo hice”, dijo el mexicano Hernández Méndez, uno de los sentenciados.
“Yo quiero pedirle perdón a las familias de las víctimas porque ellos piensan que nosotros fuimos pero como hombre le digo: no fuimos nosotros, si tuviéramos un poquito de valor diríamos quienes fueron” dijo Caal Bol otro de los condenados.

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