Por esta misma área saliendo del Museo Sacro, cruzando la calle Álvaro Obregón hacia la derecha está el Teatro María Grever; y hacia la izquierda por la misma acera de Catedral, en la esquina está el magnífico recinto alguna vez Palacio Federal, una casa de cantera bien conservada que es la Oficina de Correos y en algún tiempo, también de Telégrafos y Hacienda Pública.
Por la calle 5 de Mayo, a media cuadra la famosa Casa de las Monas, llamada así por las cariátides, figuras femeninas esculpidas en cantera que adornan el frontispicio de esa construcción; a la vuelta por la calle Pedro Moreno esquina con calle Hermanos Aldama, se encuentra el espléndido Teatro Doblado, recientemente remozado con su fachada neoclásica de cantera, sus pisos de dominó y sus butacas para 1300 espectadores, con un foro y telones nuevos y su sonido envolvente, con acústica mejorada. A su lado, anexo, está el Museo de la Ciudad y en su interior la Galería Jesús Gallardo. Además por esa misma calle (Pedro Moreno) se encuentra otra sede del Museo de la Ciudad, y la Casa de Luis Long, el constructor más importante de León en el siglo XIX y principios del siglo XX.
Ya sólo nos quedaría pasear por la calle Juárez donde puede admirarse el rescate de lo que fue una Plaza de Gallos, así conocida en el siglo XIX donde albergó obras de teatro, corridas de toros, lucha libre, cine y lo más valioso, la voz y actuación de Ángela Peralta, “El Ruiseñor Mexicano”. Y en esa misma calle puede visitarse la Escuela Modelo, toda de cantera, preciosa con casi 130 años construida. Para un descanso e investigación pueden visitarse las Bibliotecas “García Téllez” en la calle Donato Guerra y la “Torres Gómez” en la calle Madero.
Por último, quienes nacimos y hoy vivimos en esta tierra donde “El trabajo todo lo vence”, y que profesamos la fe católica, hemos conocido nuestras iglesias de esta zona centro, por nuestras mismísimas vivencias personales y esas las utilizaré hoy para referirme a ellas.
Comenzaré con el matrimonio de mis padres en la Parroquia del Sagrario y de la Tercera Orden, donde en una de las esquinas de la Plaza de los Fundadores y la Plaza Principal, ahí se pueden admirar los magníficos frescos del Maestro Segoviano, alusivos a la vida y martirio de San Sebastián, Patrono de nuestra ciudad, además de ser una construcción franciscana del siglo XVIII.
En el Inmaculado Corazón de María celebré mi Primera Comunión hace 59 años, en las calles de 20 de Enero y Álvaro Obregón, con 115 años de antigüedad estilo neogótico catalán, con unos vitrales coloridos y admirables. Luego por la misma calle 20 de Enero hacia el bulevar López Mateos, se localiza Nuestra Señora de Los Ángeles, un templo donde agradecimos nuestra graduación de Secundaria, con su fachada barroca aún del virreinato, poco antes de la Guerra de Independencia de México, fue escuela religiosa para mujeres y hasta una extensión de cuartel militar.
Al rematar la calle Álvaro Obregón al occidente se encuentra el Santuario de Guadalupe, donde año con año, cuando niños, en el mes de enero íbamos vestidos del indio San Juan Diego a entregarle ofrendas a la Virgen más venerada en México.
En la Catedral Basílica de la Virgen de la Luz, Patrona de León, fuimos en nuestra graduación de Preparatoria y allí llevé a mis hijas a su presentación a los 3 años de edad; muchos años la tuve frente a mi oficina en el cuarto piso del Edificio Montes de Oca, ahora desaparecido.
Hace apenas unos años y ya después de haber sido concluida la obra del más emblemático templo de León, conocido a nivel nacional como una réplica mejorada de Notre Dame de París, identificamos al Templo Expiatorio con sus explanadas que lo destacan y su gran amplitud, su estilo neogótico sobresale a distancia, sus famosas criptas subterráneas, allí recientemente fue la ceremonia matrimonial de una de mis hijas, acudimos gustosos y con devoción a este infaltable punto obligado para todo visitante de la calle Madero.
Sólo tengo que mencionar dos templos más que al caminar vale la pena visitar, me refiero al Oratorio de San Felipe Neri en la calle 5 de Febrero casi esquina con Emiliano Zapata, de estilo neoclásico, donde hemos acudido con mis hermanos a dar gracias cuando han cumplido años de vida con una misa solemne; y también, hacia donde termina la calle Josefa Ortiz de Domínguez esquina con Aquiles Serdán, muchos años fuimos en familia al templo de los dos más antiguos de León (data de 1595) Templo de la Virgen de la Soledad, a un lado del Mercado Aldama, porque mi padre trabajó en la Dirección de Mercados de la Presidencia Municipal y era tradición ir a sus festividades y a los Oficios en Semana Santa.
Así pues, culmina nuestro recorrido, invitando a los amables lectores, vayan, vayan al Centro de León y sorpréndanse. Un saludo afectuoso a Luis Alegre, Cronista Vitalicio de nuestra ciudad. FIN.
MTOP