Como instructor de zumba, Víctor Estrada lleva 6 años y como coreógrafo cumplirá 11 años. “En cuanto a la zumba fue el año 2008 que incursioné puesto que consideraba tenía herramientas para crear coreografías incluyendo el fitnees”, comentó.
Cuenta que desde los 4 años participaba en los festivales escolares, después un maestro de secundaria lo introdujo en la danza folclórica, por consiguiente a los 16 años tomó su primer curso de jazz y es en ese momento cuando comenzó a desarrollar coreografías y vals.
Los ejercicios normalmente estimulan el buen humor al armonizar divertidos ritmos que exigen la coordinación de brazos y pies. “Uno de los beneficios de zumba es que cambia por completo la idea del deporte, gracias a la música que se utiliza para practicarla”, mencionó Víctor.

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