El realizar ejercicio y comer sanamente es importante para la salud tanto física como emocional, pero estudios revelan que existen horarios indicados para realizar esta actividad física, presentando así beneficios en el cuerpo.
En un estudio publicado en la revista Frontiers in Physiology determina que las mujeres queman más grasa si hacen ejercicio por las mañanas, mientras que en los hombres la mejor hora para ese mismo fin es por la tarde.
Para poder llegar a estos resultados participaron 30 hombres y 26 mujeres, todos ellos activos y sanos, de entre 25 y 55 años de edad, que durante 12 semanas se les impuso una rutina variada de ejercicio (incluyendo estiramientos, sprint, entrenamiento de resistencia y entrenamiento de fuerza) y se monitorizaron sus efectos en el cuerpo.
Todos los participantes del estudio, publicado en la revista Frontiers in Physiology, finalmente mostraron mejoras significativas en su estado físico y salud, pero los ejercicios matutinos y vespertinos tuvieron resultados diferentes, especialmente para las mujeres.
Las mujeres que participaron se dividieron en dos grupos unas realizaban ejercicio por las mañanas y las otras por la noche para así ver los diferentes cambios en sus cuerpos de acuerdo al horario. Las mujeres que hacían ejercicio por la mañana quemaron un 7 por ciento más de grasa abdominal y redujeron su presión arterial un 7 por ciento más que aquellas que hacían ejercicio por la noche.
Por otro lado las mujeres que hacía ejercicio por la noche, mostraron mayores ganancias en la fuerza de la parte superior del cuerpo, el estado de ánimo y los antojos de comida; además la potencia muscular mejoró en un 29 por ciento y la resistencia mejoró en un 15 por ciento en comparación con los que hacías ejercicio por la mañana.
En comparación con las mujeres, los hombres en la prueba generalmente estaban menos influenciados por el tiempo de ejercicio, dicho esto, el entrenamiento nocturno condujo a una presión arterial ligeramente más baja y a una mayor oxidación de grasas en comparación con el ejercicio matutino; el entrenamiento nocturno también mejoró la fatiga en un 55 por ciento.
Aunque todavía no hay una teoría firme que expliqué a qué se debe estas diferencias de género a la hora de hacer ejercicio, los autores del estudio proponen que se podría deber a los mecanismos hormonales. Estos son diferentes en los hombres y en las mujeres, regulan el ritmo circadiano (la alternancia entre sueño y vigilia) y juegan un papel fundamental en el desarrollo del metabolismo.
Dependiendo del beneficio y resultado que desees adquirir con la práctica de ejercicio toma en cuenta el horario y acompañado de una buena alimentación se podrán obtener buenos resultados.