Gracias a recursos económicos, hombres han logrado que sus exparejas sentimentales no puedan ni siquiera ver a sus hijos, incluso con el apoyo de juzgadores que les dan la razón legal, al aprovechar además la ignorancia sobre la aplicación de las leyes al respecto.
Lo anterior fue señalado por Mary Carmen Barranco, integrante del Frente Nacional de Mujeres contra la Violencia Vicaria durante la manifestación que llevaron a cabo este viernes 8 de julio a las afueras de Ciudad Judicial, en Tulancingo, al exigir que sus casos sean revisados adecuadamente.
Barranco señaló que presentó seis demandas hacia su expareja sentimental, entre ellas, una por intento de homicidio, dos de incumplimiento de responsabilidades y otra más por amenazas; pese a ello, dijo que los encargados de su caso han permitido que no se les deje ver a sus hijas, quienes están con familiares del presunto agresor.
“Se llevaron el juicio a la Ciudad de México, lo que me complica moverme, además de los gastos económicos que representa, pero mis hijas están en Tulancingo con su abuela (la madre del agresor) y tiene 40 días que no las he podido ver”.
Señaló que hay varios casos como el suyo, al apuntar que hasta el momento alrededor de 30 mujeres de Pachuca y Tulancingo se han acercado a la organización para visibilizar la situación que viven y puedan encontrar solución.
“Existimos quienes no tenemos un empleo formal, y hemos tenido que vender nuestras pertenencias para poder solventar los procesos legales, además de nuestros gastos personales”, intervino Katya Vázquez, a quien no le han dejado ver a sus hijas desde hace 220 días.
Dijo que su proceso legal lleva varios meses que han sido desgastantes tanto en lo económico como en lo emocional. Durante ese tiempo ha conocido varios casos más, lo que significa que la separación violenta de los hijos es común.
Ambas apuntaron que seguirán adelante con sus protestas y manifestaciones para que se visibilice la situación y exigieron apoyo de las autoridades.