Elementos de la Policía Federal Ministerial y de la Armada de México aseguraron ayer instalaciones de la empresa Oceanografía en Campeche.
Alrededor de las 8 de la mañana, un convoy de tres autobuses con alrededor de 30 agentes de la Procuraduría General de la República (PGR) y funcionarios de la Secretaría de Hacienda arribó al edificio que se encuentra en el Puerto Industrial y Pesquero Laguna Azul.
Personal de la PGR tomó el control de las diversas áreas de oficinas de un inmueble de cuatro plantas ubicado en Avenida 4 Oriente, frente al muelle de la empresa.
Afuera, buzos y soldadores especializados demandaban a la compañía asegurada el pago de salarios atrasados de hasta cuatro catorcenas.
Por medio de cartulinas denunciaron al propietario de la proveedora de Pemex, Amado Yáñez.
“Oceanografía, empresa fraudulenta. Somos buzos no esclavos. Ya trabajamos, ahora páganos”.
“Amado deja de comprar equipos de futbol y págale a tus trabajadores”, decían algunas de las cartulinas escritas por los inconformes.
Informaron que centenares de sus compañeros se encuentran varados en plataformas, al no poder ser trasladados a tierra.
La empresa, denunciaron, no tiene ni para comprar combustible.
Estimaron que unas 15 embarcaciones de transportación marítima dejaron de cubrir sus rutas en aguas profundas.
Los manifestantes advirtieron que pernoctarán en la vía pública hasta que le paguen sus salarios.
A las 12:28 del mediodía, uno de los funcionarios del Servicio de Administración y Enajenación de Bienes (SAE), les pidió paciencia.
“Esto ya es parte del Gobierno. No sabemos dónde está el dinero”, dijo el hombre de unos 60 años de edad, quien declinó identificarse.
Comentó que la revisión de inventarios y bienes de la empresa se realizará en unos cuatro días, por lo que ofreció que, tentativamente el miércoles habría respuestas para aquellos que reclaman adeudos.
“Y mientras, ¿qué vamos a comer?”, preguntó Israel Roldán.
Empleados de la empresa que presenciaron el operativo policíaco indicaron que se llevaron un buen susto.
“Los que estaban adentro sí sufrieron un poquito de pánico”, relató Javier, quien realiza labores de apoyo administrativo.
Mencionó que durante las diligencias, los interventores del SAE revisaban y acopiaban documentos de contabilidad, de activos, de recursos financieros y del patrimonio de Oceanografía.
Por la tarde, a la vigilancia de la Marina se sumaron unidades de protección y seguridad de la Administración Portuaria Integral (API), responsable del complejo localizado al oriente de la isla y cercana a las instalaciones de la Naval.

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