Banxico: Con la inflación en su nivel más alto en casi 22 años, el Banco de México (Banxico) decidió otra alza de 75 puntos base a su tasa de interés de referencia, para llevarla a un máximo histórico de 8.50 por ciento.
El 23 de junio pasado, el banco central del País ya había subido su tasa en 75 puntos base, el mayor aumento desde 2008, y con ello la dejó en 7.75 por ciento.
La última vez que la tasa de Banxico estuvo por encima de 8 por ciento fue en diciembre de 2018, cuando la subió a 8.25 por ciento. Para encontrar un nivel similar antes de eso habría que remitirse al periodo entre agosto y noviembre de 2008, cuando también estuvo en 8.25 por ciento.
La tasa de Banxico sirve como referencia a los bancos y otras instituciones financieras para determinar el costo de los créditos, ya que es el porcentaje al que el banco central presta dinero a éstas.
De este modo, al subir la tasa como parte de su política monetaria, Banxico -como otros bancos centrales- busca el mismo efecto en las demás tasas de créditos del mercado, con lo que se “encarece el dinero” y, en teoría, se desincentiva la demanda o el consumo, lo que ocasionaría que los precios de los bienes y servicios bajen.
Con la inflación en México sin ceder y ubicándose en 8.15 por ciento anual durante julio, su mayor cifra en 21 años y siete meses, Banxico ha determinado continuar con los aumentos de su tasa de referencia. Sin embargo, si el consumo baja, a la vez existe el riesgo de que la actividad económica se deprima.
Banxico: Dudan que pesen decisiones
No obstante, en la opinión de UBS, es poco probable que el crecimiento económico pese en la toma de decisiones de Banxico en este momento.
Es poco probable que Banxico se preocupe demasiado por el riesgo de una recesión inminente, dado que la economía continúa generando empleos”, destacó UBS este jueves en un reporte previo al anuncio de política monetaria.
“La inflación ha empeorado desde la reunión de junio y parece encaminada a superar las expectativas del banco central para el tercer trimestre. La mayoría de los indicadores alternativos de presiones sobre los precios (difusión, medias recortadas e inflación subyacente fundamental) han seguido deteriorándose“, explicó en su análisis liderado por Rafael de la Fuente, economista en Jefe para América Latina de UBS.
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