Datos, datos y más datos sobre la salud de los mexicanos desde hace más de 25 años, obtenidos a través de encuestas nacionales de la Secretaría de Salud e Instituto Nacional de Salud Pública. ¿Tantos datos han servido para algo? ¿Se deben tomar decisiones de políticas públicas a partir de ellos? Creo que sí.

Hace unos días se presentó la Ensanut continua 2021 (agosto-noviembre) habiendo tomado incluso medidas como el peso y la talla, así como muestras sanguíneas en diferentes grupos de edad: Menores de 5 años; de 5 a 11 años, de 11 a 19 años y de 20 años y más, informando de las características del hogar en una muestra de 12,619 hogares de representación nacional, donde Guanajuato se ha destacado como el único que aporta recursos para que haya una muestra de representación estatal (1,090 hogares), y felicito por ello al Gobernador Diego Sinhue y al Secretario Daniel Díaz.

Expongo algunos de los hallazgos y diferencias encontradas entre lo Nacional (Nal) y Guanajuato (Gto). Los hogares usan leña como combustible para cocinar 13% Nal y 5% Gto. Este indicador debe servir para que las autoridades de los tres niveles de gobierno mejoren las viviendas y la calidad de vida de estas familias; no debemos olvidar que después del tabaquismo, una de las fuentes de cáncer de pulmón es la contaminación del humo de leña, y que por cierto, el gobierno de la 4T quitó el apoyo financiero al Instituto Nacional de Cancerología para atender esta neoplasia que predomina, como es lógico, en las mujeres. Se tiene ya la base de datos. al menos de los hogares encuestados. ¡A trabajar!

De las necesidades de “atención médica” (señaladas en la encuesta como de “salud”) el 20% de 43,724 personas Nal y 22% de 3,955 personas Gto reportaron alguna necesidad, buscando atención 88% Nal y 87% Gto, encontrándola 87% Nal y 85% Gto, siendo eventos de enfermedad aguda 48% Nal y 47% Gto. Se atendieron en los servicios públicos el 40% Nal y 39% en Gto. 

Estos datos deben ser sustento para saber, por ejemplo, por qué de los derechohabientes del IMSS -que pagan su seguridad social- solo el 61% Nal y 58% Gto se atendieron en alguna de sus instalaciones, pagando de sus bolsillos al acudir el 39% Nal y 42% Gto a servicios privados. 

Similar situación se informó del ISSSTE, donde los trabajadores al servicio del Estado acudieron para atenderse en sus establecimientos el 51% Nal y 38% Gto, gastando de su peculio para atenderse en servicios privados y sociales el 49% Nal y 62% Gto. En nuestro Guanajuato se ha documentado el abandono presupuestal y por ende de medicamentos, laboratorio y auxiliares diagnósticos suspendidos por falta de recursos. Estos hallazgos confirman lo informado en registros más amplios que se reportan en el Tercer Informe del Gobierno Federal.

Estos datos deben poner ¡a trabajar! a los representantes obreros y patronales en los órganos tripartitos de la Seguridad Social,  y tomar acciones que corrijan de fondo el fenómeno de abandono con disminución de todos los recursos humanos, materiales y auxiliares de diagnóstico, que hacen que un trabajador tenga doble tributación, pagar sus cuotas y luego servicios privados.

Mención especial merece la simplista, sesgada y absurda interpretación declarativa del imperdonable López Gatell a nombre del gobierno de la 4T, que quiere “cerrar” los servicios sociales y privados. ¡A trabajar! Desde aquí le digo que vea el desastre que está haciendo con los servicios de salud, de manera puntual le manifiesto que es responsabilidad federal absoluta normar que los servicios de salud tengan seguridad y calidad, tanto en instalaciones, productos como profesionales. 

Si los servicios sociales o privados, aislados, dentro de instalaciones hospitalarias o adjuntos a farmacias cumplen con ella ¿cuál sería la razón de la amenaza de cerrarlos? Debe saber que en nuestro país todos pueden ejercer la actividad que deseen, siendo lícita, como es el caso informado en la Ensanut.

Le señalo al gobierno federal como ejemplo vivo de “hágase la voluntad en los bueyes de mi compadre” el requisito impuesto -y bien impuesto- de certificación del Consejo de Salubridad General a los servicios médicos hospitalarios y de hemodiálisis privados para poder conveniar con los servicios públicos; pero no se exige a los servicios públicos que estén certificados para poder atender a los mexicanos con acceso efectivo y calidad. ¡A trabajar! Si los servicios públicos no están certificados, que los otorguen los servicios que sí lo estén.

Concluyo con estos breves datos existentes en la Ensanut, que están disponibles para todos y que sí sirven. ¡A trabajar! pues han puesto al desnudo también la falta de vacunas y de vacunación, de medicamentos, de infraestructura y del alza de enfermedades crónico-degenerativas. ¡A trabajar!

 

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