Con las manos en el bolsillo, sin oponer resistencia, Jesús Murillo Karam fue detenido el viernes en la Ciudad de México

Ciudad de México.- Un video compartido en redes sociales muestra el momento de la detención de Jesús Murillo Karam el viernes en la colonia Lomas de Chapultepec.

En la grabación se observa que camionetas no identificadas con insignias oficiales de alguna corporación, a excepción de las de la Marina, llegan hasta donde se encuentra el exProcurador General de la República (PGR), quien los esperaba afuera de su domicilio en la calle Montañas Calizas. 

En la grabación se observa que los elementos de la Marina van armados y acompañando a los agentes ministeriales, que llegan con sus placas ocultas entre la ropa, pero al ver a Murillo Karam las sacan.  

Uno de los agentes lleva la orden de aprehensión por escrito para leerla al exfuncionario federal.

‘Estamos parando el tráfico, pero no estorben’

Al momento en que llega el convoy de camionetas y se bajan las autoridades, Murillo Karam pide dejar libre la circulación de la calle.

“Permítanme. Estamos parando el tráfico.., pero no estorben, ¿no?”, señala Karam con un tono de voz bajo y las manos entre las bolsas de su chaqueta.

El exfuncionario federal se sube a la banqueta para escuchar a los agentes ministeriales, uno de ellos comienza a leer la orden de aprehensión, los derechos que tiene y los delitos por el que se le acusa.

Este sábado, la FGR hará la imputación formal y un juez decidirá si se le vincula a proceso o no a Murillo Karam. Los delitos que intentarán fincarle al exprocurador federal son desaparición forzada, tortura y obstrucción de la justicia por el Caso Ayotzinapa.

La detención de Murillo Karam ocurrió un día después de que el Gobierno federal determinó que la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa se trató de un crimen de Estado. 

Se desconoce si la Fiscalía General de la República buscará una orden de aprehensión contra Salvador Cienfuegos, quien era Secretario de la Defensa Nacional durante la desaparición de los normalistas, y tras confirmarse que la Sedena tenía infiltrado a un soldado que pudo haber advertido sobre la desaparición de los estudiantes.

El viernes, precisamente un juez libró 83 órdenes de aprehensión, entre ellas 20 contra mandos militares y personal de tropa del 27 y 41 batallones en la ciudad de Iguala, Guerrero. 

(Con información de El Universal)

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