Hay muchos mitos y leyendas urbanas alrededor del nombre de Steve Jobs. El fallecido ejecutivo de Apple siempre causó sensación por su inteligencia y su enigmática personalidad. Un dato que salió a la luz sobre este personaje y que lo acompañó durante toda su carrera fue el hecho que no le gustaba firmar autógrafos. Es por eso que hoy en día existen grandes historias (y grandes sumas de dinero también) detrás de cada autógrafo de Steve Jobs que quedó en el mundo.
Uno de los relatos más famosos es aquel donde el genio explicó por qué no le gustaba plasmar su firma. Se cuenta que durante un programa de innovación impulsado por Apple, uno de los jóvenes asistentes le pidió a Jobs que le firmara el i-pod shuffle que acababa de recibir como obsequio de la empresa, a sabiendas de que al empresario no le gustaba dar autógrafos y podía negarse. Steve Jobs se sorprendió de que esto se supiera y le explicó al joven que la razón para no ser fan de dar autógrafos, era que no consideraba ser merecedor de todo el crédito de lo producido por la compañía.
Sea verdad o no, esta historia se popularizó junto con el supuesto i-pod autografiado, cuando se trató de subastarlo en e-Bay. Extrañamente, cuando las ofertas rondaban los 10,000 dólares, la subasta se canceló. Pero una historia que sí es 100% comprobable y con un autógrafo de Steve Jobs completamente original, fue la que vivió el joven M. Varon.
Fue en 1983 cuando M. Varon escribió una carta al ejecutivo de Apple para pedirle su autógrafo. Haciendo demostración de su astucia, pero también de bondad con su seguidor, Steve Jobs respondió con otra carta donde simplemente le explicaba al chico que él no daba autógrafos y firmando la nota al final, para darle veracidad.
A pesar de que el joven Varon cumplió su sueño de obtener un autógrafo de Steve Jobs, la carta fue subastada el año pasado, por la importante suma de 479, 939 dólares.