Guanajuato, Guanajuato.- En nuestro país “vivimos una situación donde el periodismo está huérfano“, porque no tiene un acompañamiento social y el vínculo con la sociedad es importantísimo.
En México vivimos cautivos de la violencia. Ya tenemos bastantes décadas acosados por el poder, formal e informal”.
Así lo afirmó Jorge Carrasco Araizaga, director de la revista Proceso, durante el primer foro Diálogo del Bajío, organizado por las tres diócesis del Estado.
Y es que recordó que han sido asesinados 150 periodistas del año 2000 a la fecha, en un país que no tiene una guerra en curso con otros países, sino que tiene un conflicto interno.
“¿En qué país ustedes conciben que maten a 150 periodistas donde la sociedad no sale a protestar, no dice nada?“, cuestionó. Refirió que en Colombia, cuando dinamitaron el periódico El Espectador, en un ataque narcoterrorista perpetrado por el cártel de Medellín, encabezado por el narcotraficante Pablo Emilio Escobar Gaviria, ocurrido el 2 de septiembre de 1989 en Bogotá. Y en aquella ocasión, hubo manifestaciones públicas.
Quién fue reportero durante varios años cubriendo la Suprema Corte de Justicia de la Nación, recordó que en 2000, junto con la transición política, “jamás nos imaginamos que íbamos a iniciar un periodo de violencia”.
Jorge Carrasco Araizaga señaló que el Estado mexicano ha perdido el monopolio de la fuerza, del territorio y de la población. “Y en medio estamos los periodistas, que tenemos que informar”.
Comparó que en las dictaduras, estaba diferenciado quienes eran los delincuentes; ahora no.
Refirió que desde su nacimiento, el presidente de la República José López Portillo acuñó la frase: “No pago para que me peguen”, en referencia a que no daría publicidad a Proceso, que era desde entonces un medio crítico al Gobierno. Y durante el resto de las Presidencias de la República ya ocurrido lo mismo.
“Eso me lleva a concluir que la clase política mexicana no tiene dimensión de la importancia de la libertad de expresión”.
Lamentó que de esta forma se está jugando con esto la normalidad democrática de nuestro país.
Por su parte, Alfonso Cortés Contreras, arzobispo de León, admitió en la inauguración del evento que la violencia ha afectado “nuestros hermanos periodistas”.
Agregó que los reporteros y los medios de comunicación son fundamentales para reafirmar la democracia.
Este evento se realizó, dijo, con el fin de dialogar sobre las libertades que se han visto afectadas con la violencia y la pobreza.
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AM