León, Guanajuato.- Corvette, Bugatti y Ferrari de la línea Hot Wheels han pasado por sus manos para ser transformados al gusto de sus clientes, con un valor inicial de 400 pesos.
Cambiar la carrocería de una camioneta para convertirla en grúa, modificar pintura, suspensión, llantas y rines son parte de las transformaciones que realiza Salomón Gasca Amézquita, en autos a escala.
La colección de coches de Hot Wheels que comenzó cuando era un niño, lo llevó a personalizar los autos, hasta conducirlo a un emprendimiento, detalló que con la pandemia se involucró más.
El emprendedor cuenta con una colección de mil piezas que estima está valuada en 100 mil pesos. Las paredes de su taller son un espacio de exhibición en la que ordenadamente están colocados los autos.
Hacen fila por customizar
Customizar una pieza como él lo describe puede iniciar en 400 pesos, valor que varía respecto a la exigencia de sus clientes.
Hace tres años comenzó a llevar su gusto a un micronegocio, actualmente tiene en fila 50 piezas por reparar.
El tiempo que le invierte varía, en ocasiones le puede tomar hasta un año, dependiendo del ajuste que busca.
Detalló que realizó una réplica de un Porsche 944, su cliente es un doctor que contaba con el auto real y pidió uno a escala. Salomón buscó el modelo y cambió la pintura y rines, igualando los aspectos del auto.
Incluso ha modificado la suspensión de los autos para cambiarlo a una versión lowrider (bailador). Para la Expo Ruta 66 intervino seis piezas que fueron subastadas en el evento.
Recordó que en sus cumpleaños y Navidades recibía los coches , llegó un punto en el que le gustaban tanto que dejó de jugar para evitar maltratarlos.
Piezas de película
Salomon cuenta con una licenciatura en Turismo recién terminada, y ha trabajado en un par de restaurantes. divide su tiempo entre su trabajo y la modificación de piezas.
Explicó que hay una subcultura llamada Rat Rod en la que arman un auto con diferentes piezas los vuelven extravagantes.
La colección del emprendedor incluye piezas de película como la combi de Scooby Doo, el auto de los Cazafantasmas y el submarino amarillo de los Beatles.
Su amor por los autos lo llevó a utilizar una de las piezas para pedirle matrimonio a su novia, el anillo de compromiso lo ocultó en una combi.
Una de sus piezas concursó y quedó en segundo lugar, en una competencia organizada por el canal de YouTube llamado Custom México.
Uno de los tesoros que encontró en un tianguis fue un mini auto elaborado en metal, pieza por la que pagó cinco pesos. Al buscarla en internet Salomón descubrió que su valor es de 900 pesos.
Entre las piezas más antiguas con las que cuenta, está una camioneta elaborada en 1976 completamente de metal que fue hecha en Hong Kong.
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