En el marco del festival Más Japón en México, la musicóloga y escritora mexicana, Liz Espinosa Terán, presentó su libro “Arte es un sofá / donde la mente mono / puede descansar”.
El singular título del libro corresponde precisamente al ejercicio que realiza la escritora en esta publicación: “poemas sintéticos”, como ella los llama, inspirados en la tradición literaria japonesa del haiku.
El evento contó también con la presencia virtual del reconocido diseñador e ilustrador, Alejandro Magallanes, quien fue el primero en hacer notar que el título de la obra era un haiku, aunque más tarde la poeta aclararía por qué se trata en realidad de un Mubai (no-haiku).
Como diseñador del libro, Magallanes enfocó su participación en los detalles estéticos; hizo notar la importancia de las diferentes texturas del papel, así como la selección de la tipografía y la fotografía. “La tipografía es la voz de la palabra impresa”, dijo el artista.
Posteriormente, la escritora dio una amena cátedra sobre los elementos que componen a los haikus y que a su vez los diferencian de ser otro tipo de literatura breve, como senryü, haiga o mubai.
Para que un poema sea considerado un auténtico haiku, debe cumplir con más características que sólo la popular cantidad de sílabas (5/7/5) por verso. Los haikus siempre harán referencia a las estaciones del año, pues corresponden al pensamiento de la filosofía budista; para esta referencia, existen palabras específicas llamadas “kigo” que deben estar presentes en el poema. También, dentro de su estructura, los dos primeros versos están relacionados entre sí y el último expresa una idea completamente independiente. Y sobre las ideas, los haikus se centran en historias profundas, metafóricas, no simples descripciones literales del paisaje.
Después de esta explicación que ayudó al público a comprender y admirar más su obra, Liz Espinosa leyó en voz alta algunos de sus textos que sí corresponden a la clasificación del haiku y algunos otros que lo parecían en extensión, pero que en realidad se trataban de sus originales “poemas sintéticos”.
Como buena artista interdisciplinaria, Espinosa Terán también compartió con el auditorio “haikus sonoros” a través del video de un haiku musicalizado por ella, para que sus lectores pudieran disfrutar de una experiencia que involucrara otros sentidos.
La autora se sinceró con su público sobre lo importante que fue escribir este libro, pues aseguró que estos poemas sintéticos son lo que ella puede entregar a la vida y que vienen llenos de momentos muy íntimos. También confesó que siempre se ha percibido a sí misma unida con lo vivo y eso es lo que podemos ver reflejado en sus escritos.
Después de recibir comentarios y felicitaciones por parte de sus espectadores, Liz Espinosa dedicó amablemente su tiempo para firmar autógrafos y platicar con sus lectores.