Al cumplirse ya un año de la inundación en Tula, lo que prevalece entre las y los damnificados es impotencia, señaló el diputado local Octavio Magaña Soto. 

Con un posicionamiento leído desde la tribuna del Congreso del estado, el legislador por aquel distrito rememoró lo ocurrido en septiembre de 2021.

Tula y otros municipios de aquella región sufrieron las consecuencias del desbordamiento del río del mismo nombre y del río Rosas, dijo el legislador.

EL PATIO TRASERO

Aunque ha llegado ayuda de todos los rincones del país, el representante aún percibe impotencia entre los afectados, quienes en unas horas perdieron todo.

Lamentó que Tula sea el patio trasero del Valle de México, pues recibe las aguas negras de las entidades que lo conforman, lo que generó el desbordamiento.

Ejemplo de ello es también, reprochó el diputado local del PVEM, el poco apoyo económico que la zona de desastre recibió de los tres niveles de gobierno.

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PIDE JUSTICIA SOCIAL

Según el legislador, los municipios afectados solamente han recibido 11 millones de pesos, de un total de 200 millones de pesos que estaba previstos.

Para Magaña Soto la recuperación económica de Tula es un tema de justicia social, pues es bastión en producción de cemento y gasolina que llega al resto del país.

“Hemos dado muchísimo, el poder distribuir gasolina a todo el bajío y centro del país; en Tula se produce 60 por ciento del cemento de México y somos la zona más contaminada”, externó.

MINUTO DE SILENCIO

Al finalizar su participación pidió un minuto de silencio por las víctimas mortales de la inundación en la clínica 5 del IMSS.

En el informe de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), se manejan 16 muertes, una menos que las señaladas por organizaciones de la sociedad civil.

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