Reino Unido.- El funeral de la reina Isabel II será llevado a cabo en la abadía de Westminster, en Londres, el 19 de septiembre, informó la Familia Real.
Antes del funeral de estado, el cuerpo de la Reina permanecerá en el Westminster Hall durante cuatro días para permitir que el público presente sus respetos y le den el último adiós.
Isabel II, la soberana con el reinado más largo de la nación, murió el jueves a los 96 años en su retiro de verano en las Tierras Altas de Escocia.
Los detalles sobre el funeral de la Reina se darán a conocer más adelante, pero los organizadores describieron la ceremonia el sábado como “una despedida apropiada para una de las figuras definitorias de nuestro tiempo”.
Funcionarios del palacio señalaron que habría oportunidades para ver el ataúd de roble de la difunta soberana en su viaje desde el castillo de Balmoral en Escocia a Edimburgo y nuevamente a Londres.
El ataúd de la Reina, que actualmente descansa en el salón de baile del castillo de Balmoral, viajará mañana por carretera a Edimburgo para llegar al Palacio de Holyroodhouse, donde reposará en el Salón del Trono hasta la tarde del lunes 12 de septiembre, informó la Familia Real.
Ese día se formará una Procesión en la explanada del Palacio de Holyroodhouse para llevar el Ataúd a la Catedral de St Giles, Edimburgo.
El Rey y los miembros de la Familia Real participarán en la Procesión y asistirán a un Servicio en la Catedral de St Giles para recibir el ataúd.
El cofre viajará el martes 13 de septiembre desde Escocia en un avión de la Royal Air Force desde el aeropuerto de Edimburgo y llegará a RAF Northolt más tarde esa noche.
Luego, el ataúd de la Reina será transportado al Palacio de Buckingham por carretera, para descansar en el Bow Room.
En la tarde del miércoles 14 de septiembre, el ataúd será llevado en procesión en un carro de armas de la artillería a caballo real de la tropa del Rey desde el Palacio de Buckingham hasta el Palacio de Westminster, donde la Reina descansará en el Salón de Westminster hasta la mañana del 15 de septiembre.
Elogia a abuela Príncipe de Gales
William, el príncipe de Gales, recordó a su abuela, la reina Isabel II en un emotivo mensaje publicado por el Palacio de Kensington.
“El jueves el mundo perdió a una líder extraordinaria, cuyo compromiso con el país, los reinos y la Commonwealth fue absoluto. Mucho se dirá en los próximos días sobre el significado de su histórico reinado”
“Sin embargo, yo he perdido a mi abuela y aunque lloraré su pérdida, también estoy tremendamente agradecido”, explicó.
“He aprovechado la sabiduría de la Reina hasta que he llegado a mi quinta década. Mi esposa ha contado con su guía y apoyo durante 20 años. Mis tres hijos han pasado sus vacaciones con ella y han tejido recuerdos que les acompañarán durante toda su vida”, agregó.
William recordó además que la Reina “estuvo a mi lado en mis momentos más felices”. “Sabía que este día llegaría, pero tardaré algún tiempo hasta que sienta como real una vida sin mi abuelita”.
El flamante príncipe de Gales recordó en particular su “amabilidad”. “Le doy las gracias en nombre de mi generación por dar ejemplo de servicio y dignidad en una vida pública que era de una era distinta, pero siempre relevante para todos nosotros”, apuntó.
“Mi abuela dijo como es sabido que la pena es el precio que pagamos por el amor. Toda la tristeza que sentiremos en las próximas semanas son testimonio del amor que sentíamos por nuestra extraordinaria reina”,subrayó.
“Honraré su memoria apoyando a mi padre, el Rey, en todo lo que pueda”, remató.
Larga vida al rey Carlos III
A medida que una monarquía se vuelve más democrática, necesita más la ceremonia y la pompa. Lo dijo Walter Bagehot, la referencia canónica para entender la estructura constitucional del Reino Unido, y lo entendieron de inmediato Isabel II, y ahora Carlos III.
La fallecida Reina rompió moldes al permitir que las cámaras de televisión retransmitieran su ceremonia de coronación, en la abadía de Westminster. Su hijo ha repetido estrategia, y los británicos -y el resto del mundo- han podido ver, por primera vez en la historia, el ritual desplegado en el palacio de Saint James por el Consejo de Ascensión para proclamar formalmente un nuevo rey.
“Soy profundamente consciente de la gran herencia [recibida de Isabel II] y de los deberes y enormes responsabilidades que conlleva ser soberano, que ahora recaen sobre mí. Al asumirlas, me esforzaré en seguir el ejemplo inspirador de mi madre”, afirmó Carlos III en el Salón del Trono del palacio.
Todo había comenzado 10 minutos antes, en la Galería de las Pinturas del edificio.
El Consejo de Ascensión es una institución con siglos de antigüedad, que concentra a personalidades relevantes del país.
“Defenderé el Gobierno constitucional y perseguiré la paz, armonía y prosperidad de los pueblos de estas islas, de los territorios de la Commonwealth y de los territorios de todo el mundo”, proclamó Carlos III.
“Para ello, sé que me sostendrá el afecto y la lealtad del pueblo del que acabo de ser nombrado soberano”.
Todos los rituales previstos se han cumplido. Comenzando por el compromiso del nuevo monarca de defender la independencia de la Iglesia de Escocia. Carlos III será también el rey de esa nación, pero solo tiene la autoridad máxima sobre la Iglesia de Inglaterra.
Cuando el secretario del Consejo de Ascensión ha leído la proclamación, y los presentes han secundado a viva voz su “God Save The King”, varios de los testigos presentes, comenzando por el nuevo príncipe de Gales, Guillermo; la reina consorte, Camila; los arzobispos de Canterbury y York y la propia Mordaunt han firmado los documentos de la ceremonia.
Trompetas reales, que en otros tiempos sonaron para reclamar la atención de los súbditos del reino, han sonado desde el balcón del palacio de Saint James, frente a la plaza abierta de Friary Court.
Centenares de personas se habían congregado allí para presenciar un acto que tuvo lugar por última vez en 1952, sin que nadie entonces pudiera verlo.
El Rey de Armas de la Orden de la Jarretera ha leído desde el balcón la proclamación formal de Carlos III, antes de pedir a los miembros de la Guardia Real tres hurras por el nuevo monarca, y de que sonara el himno nacional.
Un ritual similar de proclamación ha tenido lugar, en la City de Londres, el centro financiero de la metrópoli.
Ordena a William hacer las paces
Los príncipes en guerra William y Harry junto con sus esposas se reunieron para un paseo real en medio de escenas extraordinarias en el Castillo de Windsor.
Una fuente del Palacio dijo que William le había extendido la rama de olivo a Harry después de una charla con el Rey, reveló el Daily Mail.
La llamada fue a los Sussex más temprano en el día: ¿se unirían a Kate y William en un paseo? Harry y Meghan aceptaron.
Para William se decía que era importante que la familia se reuniera en una muestra de unidad en un momento increíblemente difícil.
La caminata debía comenzar después de mediodía, pero se retrasó casi una hora para garantizar que los Sussex tuvieran tiempo de prepararse.
“Harry parecía un poco tenso”, señaló la experta en lenguaje corporal Judi James. “Estaba usando un ‘gesto de barrera’, uno que usa para mostrar ansiedad, donde tiene su mano agarrando su chaqueta frente a él.
“Pero William se ve mucho más relajado. Él parece ser el que instiga la demostración de unidad para honrar la memoria de su abuela”.
La reunión se produjo después de que el Rey hiciera su ofrenda de paz a Harry y Meghan durante su primer discurso a la nación como monarca.
El Rey dijo que “también quiero expresar mi amor por Harry y Meghan mientras continúan construyendo sus vidas en el extranjero”.
El Rey, de 73 años, nunca ha abandonado la esperanza de reavivar su relación con su hijo menor, a pesar de que Harry y Meghan se mudaron a Estados Unidos y atacaron públicamente a los miembros de la realeza.
Harry alegó erróneamente que su padre los había “cortado” financieramente y Meghan hizo una afirmación sin fundamento de que un miembro de la realeza hizo un comentario racista antes de que naciera Archie.
Se dice que William ha estado evitando todo contacto con Harry en caso de que sus intercambios terminen en sus próximas memorias.
Mientras caminaban alrededor de los tributos florales, Harry colocó una mano tierna en la espalda de Meghan.
Hubo repetidos gritos de “Harry” y “Meghan” y los simpatizantes pasaron los ramos de flores de las parejas y rosas rojas individuales.
(Con información de AP, Reforma, Europa Press y El País)
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