Nuevo León.– La filial mexicana de la empresa portuguesa Mota-Engil, que integra el consorcio finalista que busca construir las tres nuevas Líneas del Metro de Monterrey, es acusada de un “pacto ilegal y corrupto” por parte de extrabajadores de Luz y Fuerza del Centro (LFC), publica hoy Proceso.
El semanario señala que más de 15 mil exempleados de la extinta paraestatal buscan revertir la entrega de 15 plantas hidroeléctricas y una termoeléctrica que se hizo en el pasado sexenio del Presidente priista Enrique Peña a favor de Mota-Engil México.
A través de Generadora Fénix, formada por Mota-Engil México y el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), se explotan esas plantas en un acuerdo que se acusa que no tomó en cuenta al gremio y sólo beneficia a su líder, Martín Esparza.
“La empresa (Mota-Engil México) ‘apareció’ en las negociaciones de la mano del SME y sin licitación ni tener que pagar contraprestación alguna”, señala Proceso.
“Le ‘regalaron’ la participación mayoritaria para explotar 30 años 16 plantas generadoras que eran de LFC”, agrega.
Hasta el momento, el Presidente Andrés Manuel López Obrador ha convalidado públicamente el acuerdo.
“Nada se ha opuesto a la ratificación presidencial”, publica Proceso. “Ni las protestas de trabajadores del SME ni la cercanía de Peña Nieto con el dueño de la filial mexicana de Mota-Engil, José Miguel Bejos”.
El jueves, el Gobierno de Nuevo León avaló que el consorcio integrado por Mota-Engil México y la china CRRC Corporation presentará una propuesta económica para la construcción de las Líneas 4, 5 y 6 del Metro, falló que se dará el viernes.
En cambio, descalificó a su única rival: un consorcio local formado por nueve empresas.
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