El Día Mundial del Corazón se conmemora cada 29 de septiembre para recordarnos la importancia de tener buena salud y cuidarnos de enfermedades cardiacas.
Las enfermedades cardiovasculares son una de las principales causas de muerte en el mundo y la reciente pandemia por COVID nos demostró que padecerlas también nos vuelve vulnerables a otras afecciones.
Aunque los principales factores de riesgo para nuestro corazón son la obesidad y el sedentarismo, el estrés también es muy perjudicial para este órgano y, por desgracia, estar estresado parece un nuevo estilo de vida en estos tiempos.
Cuando nos estresamos, el corazón debe trabajar de una manera más intensa. La sangre se vuelve más espesa y las arterias se ponen rígidas, haciendo que nuestro sistema circulatorio pueda obstruirse o ‘taparse’.
No es sano ‘acostumbrarnos’ a vivir bajo mucho estrés, por eso te dejamos algunos consejos para reducir esta sensación y ayudar a tu corazón a tener un mejor funcionamiento.
Hacer ejercicio
La actividad física no nos ayuda solamente a bajar de peso; también es una excelente manera de relajar nuestro cuerpo. Cuando nos ejercitamos liberamos endorfinas, hormona que lleva a nuestro organismo a un estado de bienestar y nos hace olvidar el estrés.
Dormir suficiente
Al dormir nuestro cuerpo se regenera, así que dormir a buena hora y el tiempo adecuado, ayuda a que el cuerpo se reponga de los estragos causados por el estrés y las preocupaciones.
Ir a terapia
Cuando sentimos que nuestros problemas nos agobian y rebasan, lo mejor es cuidar de nuestra salud mental con un profesional y asistir a terapia. Aprender a regular nuestras emociones le quita un gran peso al corazón (literalmente).
Tomar descansos
El descanso es muy importante para el cuidado de nuestro cuerpo y corazón. Descansar no significa solamente dormir, sino tener espacios para poder relajarnos y concentrarnos en nosotros mismos; por ejemplo tomar vacaciones o desconectarnos completamente del trabajo los fines de semana.