Este miércoles se les otorgó el Nobel de Química a los estadounidenses Carolyn R. Bertozzi, K. Barry Sharpless y el danés Morten Meldal por su descubrimiento de combinar moléculas para el desarrollo de mejores medicinas.
Su trabajo en el área de la química y reacciones bioortogonales, podrían ser el primer paso para producir medicamentos contra el cáncer, analizar ADN y crear materiales a medida para usos concretos.
“Todo gira en torno a combinar moléculas”, dijo Johan Aqvist, miembro de la Real Academia Sueca de Ciencias en el Instituto Karolinska de Estocolmo en Suecia.
Además del honor internacional, el premio incluye 10 millones de coronas suecas (casi 900 mil dólares) en efectivo y se entrega el 10 de diciembre en una gala.
De acuerdo con el portal de AP, Sharpless, de 81 años, recibe su segundo Nobel después de que ganara por primera vez en el 2001.
Él propuso por primera vez la idea de conectar moléculas con “enganches” químicos en torno al cambio de milenio.
“El problema era encontrar buenos enganches químicos. Tienen que reaccionar entre sí de forma sencilla y específica”, explicó Aqvist
Meldal, de 68 años, junto a Sharpless encontraron de forma independiente los primeros candidatos para hacer esa función, que encajaban con facilidad entre ellos, pero no con otras moléculas, lo que se traduce a aplicaciones en la fabricación de medicamentos y polímeros.
Por su parte, Bertozzi, de 55 años, encontró una forma de que la química clic funcione en organismos vivos sin interferir con ellos, lo que creó un nuevo método conocido como “reacciones bioortogonales”.
Esas reacciones se utilizan ahora para investigar células, rastrear procesos biológicos y diseñar medicamentos experimentales contra el cáncer que funcionan de forma más dirigida.
“Estoy absolutamente anonadada. Todavía no estoy del todo segura de que sea real, pero se está volviendo más real por minutos”, reconoció Bertozzi.
Meldal dijo haber recibido una llamada del comité del Nobel una media hora antes del anuncio público.
“Me dijeron que no se lo dijera a nadie. De modo que me senté en mi oficina temblando del susto”, confesó. “Es un enorme honor”.
El Nobel de Química fue el tercero en anunciarse después de los de Física y Medicina. Mañana se revelará el de Literatura, el viernes el Nobel de la Paz y el de Economía el 10 de octubre.