Los trastornos afectivos, mejor conocidos como depresión, aumentaron en el municipio de León casi 29% del 2012 al 2013.
De acuerdo a cifras proporcionadas por el Instituto de Salud Pública del Estado de Guanajuato, a través de la Unidad de Transparencia, en el 2012 se atendieron en León a mil 212 personas deprimidas y para 2013 los pacientes aumentaron a 1 mil 560.
En contraste, a nivel estatal las cifras redujeron 4.65%, ya que en 2012 se atendió a 5 mil 746 enfermos de depresión y en 2013 a 5 mil 479.
León, Guanajuato y Dolores Hidalgo son los municipios en donde se atendió a más personas deprimidas.

Afecta a todas las edades
Las mujeres representaron el 80% de los pacientes atendidos el año pasado por depresión.
El grupo de edad más afectado fue el de adultos de 25 a 44 años de edad, seguido por jóvenes de 15 a 24 años con el 22.8% del total.
Esta enfermedad también afecta a niños. En todo el estado se atendió en 2013 a 110 pacientes deprimidos de 5 a 9 años de edad y a 447 de 10 a 14 años.
“La depresión no reconoce edad ni género, ataca de igual manera a hombres y a mujeres, sin embargo las mujeres lo expresan en síntomas y los hombres la reprimen en adicciones o conductas”, explicó el psiquiatra Jorge Díaz de León Medina.
La psicóloga Rosa Orozco Maldonado explicó que la depresión ataca más a las mujeres debido a la alteración hormonal por la que atraviesan a lo largo de su vida.
Mencionó que los hombres son más renuentes a los tratamientos médicos, y por ello reciben menos atención ante cuadros depresivos.
La depresión se puede presentar a cualquier edad y en los niños es más fácil de detectar por los signos de cambios de conducta que estos manifiestan, explicó la especialista.

No es sólo tristeza
El psiquiatra Jorge Díaz de León aclaró que la depresión no se debe confundir con la tristeza.
“Tenemos que distinguir bien qué es un trastorno depresivo, de una fricción, de una preocupación o de una tristeza”.
Advirtió que la industria farmacéutica ha influido en que los médicos suministren tratamientos a pacientes que no necesariamente están deprimidos, lo que provoca que las cifras de supuestos enfermos vayan en aumento.
“Sí hay mucha depresión, pero hay menos de la que se diagnostica”.
Según el especialista, depresión es aquel trastorno que sufre la persona que tiene o puede tener todo el bienestar económico y social, y a pesar de ello no muestra un estado anímico sano o positivo.
No se debe confundir con la tristeza, ya que ésta tiene una causa real y la depresión no tiene causa específica, por la cual se genera un trastorno afectivo en quien la padece, explicó la psicóloga Rosa Orozco.
“Depresión es tener varios signos y síntomas que hagan que el estado anímico de la persona cambie sin ninguna explicación, que genere irritabilidad, falta de ánimo, energía, pérdida de sentido por la vida, angustia, ansiedad y desesperación, entre otros padecimientos físicos”.
Para reconocer el grado del trastorno afectivo, es necesario hacer un diagnóstico médico que indique que los síntomas se colocan en alguna clasificación. De igual forma que la determinación puede ser por herencia genética, por estrés o por enfermedad física.
La especialista con maestría en psicología profunda recalcó que los pacientes diagnosticados con depresión deben tomar el medicamento indicado por el doctor, al mismo tiempo que tomar terapia y velar por un cambio en el estilo de vida, con el único propósito de sentirse mejor.

Sin causas aparentes
El doctor Roberto Ortiz de Gortari precisó que los principales síntomas de un trastorno afectivo son la pérdida de la motivación, del interés, apatía, angustia, trastornos del sueño y en casos severos, deseos de morir.
“Normalmente cuando una persona tiene depresión suele llorar de cualquier cosa, incluso sin ningún motivo, esa sí es enfermedad. La depresión es aquella que se presenta sin causa o motivo alguno, cuando la persona cree estar bien”.
El psicoterapeuta hizo hincapié en la importancia al reconocer que cuando se está triste por un duelo o pérdida, no se le puede llamar como tal depresión, sino una situación emocional, ya que la depresión no presenta causas aparentes.
Mencionó que los tratamiento tienen dos vertientes para el control de los trastornos afectivos: el médico, con pastillas antidepresivas y la psicoterapia.
Otra alternativa es el ‘neurofeedback’ que es un tratamiento para enfermedades neurológicas por computadora, el cual comentó, que ofrece resultados sin necesidad de tomar medicamento.

Siete años deprimida

Una mujer de 35 años, quien tenía buen trabajo, amigas, familia y un futuro en la empresa en la que laboraba, de la noche a la mañana fue decayendo hasta sentirse sola y con un vacío en su ser.
Sin saber que tenía depresión, fue aislándose de la sociedad; se alejó de su mamá y de sus amigas, lo que la hacía sentirse cada vez más sola y triste.
Fue tal la gravedad de su depresión, que estuvo hospitalizada, con medicamentos y tratamientos psiquiátricos, por lo cual tuvo que pensionarse, porque ya se sentía incapaz de trabajar.
Sus únicas salidas de la casa eran para ir a la tienda de autoservicio y al doctor.
Durante siete años que duró su trastorno fue acumulando en su casa las bolsas del mandado, las cuales no tiraba, lo que provocó un ambiente de suciedad en su hogar que la hacía sentirse peor.
“Fue un caso que recuerdo mucho, porque la joven dejó pasar mucho tiempo e intentó de todo, pero no tenía ni la fuerza, ni la voluntad de cambiar, hasta que un día se decidió y lo logró”, dijo el doctor Roberto Ortiz de Gortari, quien trató a la paciente.
(Emilio Castillo)

Su fuga: las drogas

Al inicio de su etapa de adolescencia, Juan comenzó con problemas de irritabilidad y soledad, así como de fracaso, ya que no concluyó la primaria, pero en vez de pedir ayuda a su familia encontró una fuga en las drogas.
Fue hasta que un sacerdote habló con él y lo hizo entender que había un mundo fuera de su adicción, del cual se estaba perdiendo.
Cuando el joven comprendió que tenía un problema, decidió acudir al médico.
Después de controlar su adicción, se le informó que tenía un cuadro de depresión, el cual no le permitía ver más allá de su soledad.
Cuando acuidió con el especialista, éste le pregunto si recordaba algún momento feliz en su vida y el joven, ya de 20 años, no supo qué contestar, porque lo único que tenía en mente, era su tristeza, su soledad y su falta de interés por la vida.
Tras acudir a su terapias psicológicas y llevar un tratamiento, fue saliendo adelante, dejó de consumir drogas, terminó su primaria, estudió la secundaria, aprendió un oficio y comenzó a hacerse de amigos y a darse cuenta de que no estaba solo.

‘Sólo quería estar sola’

De la nada, María fue perdiendo el sentido de la vida.
Su tristeza crónica la llevó a no querer levantarse de la cama y tener siempre muchas ganas de llorar, así como ansiedad, que después le fue generando malhumor y riñas familiares.
La mujer, de 45 años de edad y ama de casa, notó que durante la tarde tenía mucho sueño, se sentía irritada con el ruido que hacían sus hijos y vivía un sentimiento de permanente ansiedad que no la dejaba dormir.
Fue entonces que decidió acudir con un médico, quien después de hacerle varias preguntas le dijo que tenía Distimia, un tipo de depresión crónica.
“Yo no sabía por qué me sentía así, yo lo único que quería era estar sola y no escuchar nada, pero al momento de estarlo empezaba con mucha ansiedad, como si algo me fuera a pasar y lo que hacía era ponerme a llorar”, relató la afectada.
Luego de que le fue detectada su depresión, le pidió a uno de sus hijos que investigara en internet sobre la Distimia y fue cuando comprendió que tenía todos los síntomas de una depresión crónica.
A partir de su visita al doctor, platicó con su familia, quienes le dieron todo su apoyo para superar su padecimiento.
“Fue difícil comprender que de la nada me estaba afectando y al mismo tiempo a mi familia, es una enfermedad silenciosa que ataca a muchas personas, pero hay quienes no lo reconocen”.
Con ayuda de terapias y de un tratamiento médico, logró cambiar su percepción de la vida y se pudo reincorporar a los ambientes en los que vivía.
(Emilio Castillo Conde)

Leave a comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *